Cuando Guillermo Moreno habla, Pimpi Colombo escucha. Asiente, clava la mirada en algún punto del despacho o la sala de reuniones, quizás juega con su papeles. Pero no interrumpe. La subsecretaria de Defensa del Consumidor, guardiana mediática del nuevo acuerdo de precios que impulsa el Gobierno, no optará por contradecir jamás a su jefe.


María Lucila Pimpi Colombo es la subsecretaria de Defensa del Consumidor y el brazo ejecutor de algunas de las decisiones más cuestionadas del secretario de Comercio Interior. Tiene bajo su órbita a la dirección de Lealtad Comercial, que hace dos años sancionó a las consultoras económicas con multas de hasta $ 500.000 por difundir índices de inflación alternativos al oficial y, a juicio del Estado, carentes de rigor. También sanciona metódicamente a Cablevisión por no cumplir con el precio regulado del abono, de $ 130 por mes, a pesar de que existen resoluciones judiciales que suspenden la norma. Y expulsó a la ONG Consumidores Libres del Registro Nacional de Asociaciones de Consumidores a fines de agosto por difundir su propio índice de precios, relevamiento que la entidad divulga hace 18 años.


Colombo es, ahora, la vocera oficial del acuerdo de precios del Gobierno con las cadenas de supermercados y de electrodomésticos, el último intento del Ejecutivo para contener paritarias en niveles del 20%, en un reconocimiento ad hoc de la que la inflación supera ese guarismo.


Pero Pimpi es, sin embargo, una de las pocas funcionarias que se anima a defender en voz alta el ndice de Precios al Consumidor del Indec. Para el Gobierno, 10 por ciento (de inflación) es muy alto. Para los que pretenden instalar otros valores y convalidar los negocios de los bancos, entre otros, y volver a una política de un país para pocos, como el que quiere (Mauricio) Macri, que hasta con el fútbol se mete. Bueno, el norte con el que ellos se mueven es plantear como si el problema de la Argentina fuera la inflación, dijo el fin de semana, al negar que hubiera desabastecimiento a diez días de alcanzado el pacto que, entre otras cosas, implicó que las grandes cadenas dejaran de pautar en los medios impresos los fines de semana de Capital. Es un invento de Clarín desestimó Pimpi el vacío de publicidad. La noticia es buena para los argentinos, los precios se mantienen, si algo no ocurre nos avisa al 0800. Está bueno que se permita a la gente disfrutarlo, no hay desabastecimiento.


Pimpi Colombo dice en su curriculum que comenzó a militar en 1969, a los 17, en la izquierda nacional. Pero llegó a la política electiva de la mano de Nueva Dirigencia, el partido que fundó Gustavo Béliz en los noventa y ella hoy preside y que la llevó a la legislatura porteña en 1997. Impulsó varias leyes de defensa de la mujer. Antes, en 1983, había fundado el Sindicato de Amas de Casa de la República Argentina, su primera plataforma política.


Divorciada de Pablo Fontdevila, ex operador político de Palito Ortega y actual gerente ejecutivo de Conectar Igualdad en la ANSeS, Pimpi entró al mundo Moreno en 2008 y lo abrazó con lealtad.


Cuenta Héctor Polino, referente de la suspendida Consumidores Libres, que Pimpi recibía cada 15 días en su despacho el índice de precios de la entidad, que mide una canasta básica que aumentó poco más de 20% en 2012 y 1,65% en enero. Hasta que el 24 de agosto pasado la información salió en Clarín. Esa tarde, Colombo dejó de recibirlo y suspendió a Consumidores Libres. Yo tenía una audiencia con ella un lunes a las 14 y ella tomó la decisión el viernes previo, de forma muy intempestiva. La resolución dice que tomaron la decisión porque nuestro relevamiento de precios fue publicado en la página 18 del diario Clarín, relató el ex diputado.