

A partir de julio de 2025, los controles de seguridad en los aeropuertos de Estados Unidos comenzaron a operar bajo una nueva regla que promete aliviar el tránsito de pasajeros. La Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) eliminó el requisito obligatorio de quitarse los zapatos al pasar por los escáneres de seguridad en vuelos domésticos.
La medida fue anunciada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y ya se encuentra en vigor en todos los aeropuertos del país. Según las autoridades, el objetivo es reducir los tiempos de espera y mejorar la experiencia de los viajeros, sin comprometer los niveles actuales de seguridad.
"El fin de esta política representa un avance en la modernización de nuestros aeropuertos", declaró la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem. Según el DHS, el cambio fue posible gracias a la incorporación de tecnologías más avanzadas en los controles de detección.

¿Qué cambia para los pasajeros en los puntos de control?
Desde el 8 de julio, los pasajeros que viajan dentro de Estados Unidos ya no están obligados a quitarse los zapatos al atravesar los filtros de seguridad de la TSA. La decisión marca un cambio significativo respecto a una norma vigente desde 2006, introducida tras amenazas relacionadas con explosivos ocultos en calzado.
Pese a esta modificación, el resto de los controles se mantiene sin cambios. Los viajeros deben seguir cumpliendo con la verificación de identidad, el sistema de revisión Secure Flight y el escaneo de objetos personales.
En ciertos casos específicos, como alertas o detección manual, se podrá solicitar la remoción del calzado de forma individual.

¿Qué otras actualizaciones recientes realizó la TSA?
La eliminación del "Shoes-Off" se suma a otras iniciativas presentadas en los últimos meses. A principios de julio, la TSA lanzó el programa "Serve with Honor, Travel with Ease", que otorga beneficios específicos para militares y sus familias, como descuentos en TSA PreCheck y acceso prioritario en aeropuertos seleccionados.
Asimismo, continúa la implementación del sistema REAL ID, una credencial de identificación más estricta que ya alcanza una tasa de cumplimiento del 94% y busca mejorar la validación de identidades en los puestos de control.


