Nikola Tesla, considerado uno de los grandes genios de la ciencia y la tecnología moderna por sus invenciones, ideó hace más de un siglo un arma capaz de cambiar por completo el despliegue de las guerras actuales.

Su objetivo era claro: buscaba crear un mecanismo sin precedentes, con un poder destructivo tal que convirtiera a los conflictos armados en escenarios peligrosos y costosos al punto de que ningún país quisiera involucrarse en ellos.

"La ciencia no es más que perversión en sí misma a menos que tenga comoobjetivo último mejorar la humanidad", solía afirmar.

El arma que predijo Nikola Tesla hace más de 120 años y hoy aterra a todos los países

El científico ideó máquinas controladas a distancia capaces de realizar diversas tareas de combate -desde transporte hasta operaciones destructivas- anticipando los drones militares que hoy utilizan los diferentes ejércitos.

En la actualidad, estas naves no tripuladas son considerados claves para fines de seguridad y defensa, equipándose con tecnología de vanguardia para la vigilancia y el combate y controlándose a distancia, sin representar un riesgo directo para los soldados del país que los incluye en su inventario.

¿Un primer boceto? El invento de Nikola Tesla que podría haber anticipado un arma clave para la guerra

La primera demostración de su idea, a la que consideraba una vía para la paz mundial, tuvo lugar en la Exposición Eléctricas Internacional de Nueva York, en 1898, donde presentó un bote capaz de operar mediante ondas de radio, sentando un nuevo punto de partida para la ingeniería mecánica y eléctrica: por primera vez un objeto podía dirigirse de manera autónoma.

Su idea fue patentada oficialmente como "métodos y aparatos para controlar el mecanismo de buques o vehículos en movimiento", describiendo la posibilidad de brindar órdenes mediante impulsos eléctricos y sin intervenciones físicas.

Tesla sentó así las bases para el funcionamiento de los drones militares, pese a que el propósito original del inventor radicaba en la construcción de un mecanismo de disuasión para los conflictos. Su visión estratégica obliga a revivir entonces debates históricos sobre la innovación y la ética de sus usos.