

Elon Musk ha tomado una decisión que ha despertado críticas y preocupación en Estados Unidos debido a sus posibles repercusiones en un escenario de guerra.
El Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), bajo su dirección, llevó a cabo despidos masivos en el Departamento de Energía sin evaluar las consecuencias a largo plazo.Ante la presión y las implicaciones de esta medida, Musk tuvo que dar marcha atrás en parte de la decisión.
Los despidos de los Elon Musk en el Departamento de Energía y su impacto en la seguridad nacional de Estados Unidos
El DOGE ejecutó despidos masivos en el Departamento de Energía sin considerar el papel crucial de los empleados afectados. Entre los despedidos se encontraban expertos en ensamblaje de ojivas nucleares, así como especialistas en control de armamento y residuos nucleares.
Según informó CBS, los supervisores creyeron erróneamente que solo estaban cesando a empleados en periodo de prueba o administrativos, sin analizar en profundidad sus funciones.
Los recortes afectaron especialmente a la planta de Pantex, en Texas, donde la plantilla encargada del ensamblaje y mantenimiento de ojivas nuclearesse redujo en un 30%.
Esta planta es clave para la gestión del arsenal nuclear del país, por lo que la decisión generó un fuerte rechazo dentro del ámbito de la seguridad nacional.

Consecuencias inmediatas de los despidos:
- Reducción del personal encargado del mantenimiento de ojivas nucleares.
- Dificultades en la modernización del arsenal nuclear.
- Inseguridad respecto a la capacidad de respuesta ante conflictos bélicos.
La marcha atrás de Elon Musk y la incertidumbre sobre el futuro
Apenas unos días después de los despidos, la directora interina de la Administración Nacional de Seguridad Nuclear (NNSA), Teresa Robbins, emitió un memorando revocando el 72% de los recortes. En el documento, Robbins confirmó que la decisión de despido emitida el 13 de febrero de 2025 quedaba sin efecto inmediato.

Sin embargo, la situación sigue siendo confusa. Muchos empleados readmitidos aún no han podido reincorporarse a sus puestos, mientras que otros reconsideran su regreso. Además, 28 personas no fueron readmitidas, lo que deja dudas sobre los criterios utilizados en la reversión de los despidos.
Este episodio también impacta en el plan de modernización del arsenal nuclear de Estados Unidos, un proyecto valuado en 750.000 millones de dólares que incluye el desarrollo de nuevos misiles balísticos intercontinentales, bombarderos furtivos y cabezas nucleares. La falta de personal especializado podría retrasar estas iniciativas clave para la defensa nacional.


