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Cada vez más personas eligen preparar su propio yogur griego casero, una opción natural, económica y llena de beneficios. Su textura espesa y cremosa, junto con un sabor suave y ligeramente ácido, lo convierten en el acompañamiento ideal para frutas, cereales o postres saludables.

Además de ser un alimento rico en proteínas y probióticos, hacerlo en casa permite personalizarlo según el gusto: se puede endulzar con miel, combinar con frutos secos o utilizar como base para salsas y dips. Lo mejor es que solo se necesitan dos ingredientes y un poco de paciencia.

Ingredientes para preparar yogur griego en casa

  • 1 litro de leche entera (fresca o pasteurizada).

  • 2 cucharadas de yogur natural con cultivos activos (sin azúcar ni saborizantes).

Cada vez más personas eligen preparar su propio yogur griego casero, una opción natural, económica y llena de beneficios. Imagen: archivo.
Cada vez más personas eligen preparar su propio yogur griego casero, una opción natural, económica y llena de beneficios. Imagen: archivo.

Paso a paso: cómo preparar el mejor yogur griego casero

  1. Calentar la leche: coloca la leche en una olla y llévala a unos 85 °C, sin que hierva. Este paso ayuda a que el yogur quede más denso y cremoso.

  2. Dejar entibiar: espera a que baje la temperatura a unos 45 °C, o que esté tibia al tacto.

  3. Agregar el yogur base: mezcla las dos cucharadas de yogur natural con un poco de leche tibia y luego incorpora todo al resto de la leche.

  4. Fermentar: cubrí el recipiente y deja reposar en un lugar cálido durante 6 a 8 horas. Cuanto más tiempo pase, más espeso y ácido quedará.

  5. Colar el yogur: una vez listo, vuelca la mezcla en un colador cubierto con una gasa o filtro de tela y deja escurrir en la heladera por 1 o 2 horas. Este paso separa el suero y le da esa textura típica del yogur griego.

  6. Refrigerar y disfrutar: guarda el resultado en un frasco hermético y conserva en la heladera hasta por 5 días.

Beneficios del yogur griego casero

Preparar tu propio yogur no solo garantiza un producto sin aditivos ni conservantes, sino que también es una excelente fuente de calcio, proteínas y probióticos, que favorecen la digestión y la salud intestinal.

Además, puedes aprovechar el suero que se separa para preparar panes, licuados o panqueques, evitando desperdicios y potenciando el valor nutricional de tus recetas.