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Mientras los laboratorios cosméticos compiten por lanzar cremas cada vez más costosas, miles de personas están redescubriendo el poder de los remedios caseros para combatir las arrugas.

Aceites naturales, mascarillas de frutas y superalimentos son las nuevas herramientas que prometen cuidar la piel de manera efectiva, accesible y sin efectos secundarios.

Adiós al envejecimiento: la juventud empieza en la cocina

Expertos en dermatología natural coinciden: una piel radiante nace en una buena alimentación. Frutas, verduras y frutos secos no solo nutren el cuerpo, sino que también retrasan el envejecimiento celular.

Alimentos como el aguacate, el brócoli, el jengibre, las nueces y el ajo aportan vitaminas, antioxidantes y minerales que fortalecen la piel desde adentro.

Frutas, verduras y frutos secos no solo nutren el cuerpo, sino que también retrasan el envejecimiento celular. Imagen: archivo.
Frutas, verduras y frutos secos no solo nutren el cuerpo, sino que también retrasan el envejecimiento celular. Imagen: archivo.Ridofranz

"Una dieta rica en antioxidantes es tan importante como cualquier crema de lujo", señalan desde el Instituto de Belleza Natural.

Además, ingredientes cotidianos como el aceite de oliva o el aceite de coco se convirtieron en infaltables para quienes buscan hidratar y mejorar la elasticidad del cutis sin recurrir a productos químicos.

Mascarillas caseras para una piel radiante

La mascarilla de aguacate o de miel pura es uno de los secretos mejor guardados para revitalizar la piel seca y cansada. Estas preparaciones caseras aportan nutrientes esenciales que ayudan a mantener una dermis suave, firme y luminosa.

El uso de extracto de hamamelis, una planta con propiedades antiinflamatorias y rejuvenecedoras, también gana popularidad. Aplicado en forma de infusión como tónico facial, ayuda a reducir arrugas finas y bolsas en los ojos.

Consejos naturales que valen oro

  • Dormir bien: durante el sueño se libera la hormona del crecimiento, que regenera las células cutáneas.

  • Tomar agua suficiente: la hidratación es clave para evitar la resequedad y la flacidez.

  • Protegerse del sol: los rayos UV son una de las principales causas del envejecimiento prematuro.

  • Mantener una actitud positiva: está comprobado que el estrés envejece la piel; en cambio, la felicidad la ilumina.

¿Por qué elegir lo natural?

Además de ser más económicos, los tratamientos naturales respetan el ritmo del cuerpo. A diferencia de muchas cremas comerciales, no contienen químicos agresivos ni generan dependencia cosmética.

"El envejecimiento es parte de la vida. Pero podemos vivirlo con plenitud y belleza, sin obsesionarnos con eliminar cada línea del rostro", afirman especialistas en bienestar.