

En medio de una crisis migratoria que sigue marcando la agenda nacional, la administración de Donald Trumpcomenzó a destacar una nueva tendencia que considera un "logro": el aumento de autodeportaciones por parte de migrantes indocumentados.
Aunque el Gobierno de Donald Trump evita precisar cifras, funcionarios federales aseguran que se registró un incremento en las salidas voluntarias, impulsadas por un discurso directo y una serie de herramientas tecnológicas orientadas a facilitar este proceso.
Trump y la crisis migratoria: ¿de qué se trata la autodeportación?
Desde su retorno, Trump apostó por una línea migratoria más agresivaque en su mandato anterior. Consciente de los desafíos logísticos y económicos que implica deportar a millones de personas, su administración optó por una vía alterna: incentivar la salidavoluntaria de los indocumentados.

Según declaró Tricia McLaughlin a Fox News, altos niveles de "migración inversa" reflejan el éxito del enfoque actual. La aplicación CBP Home se promovió como un canal eficiente para tramitar estas salidas.
La funcionaria del Departamento de Seguridad Nacional afirmó que quienes opten por emigrar podrían tener, más adelante, una posibilidad de retorno legal, aunque sin garantizar condiciones claras.
ICE, por su parte, mantiene a más de cien mil personas bajo proceso de expulsión. El gobierno acompañó estas acciones con campañas visuales que muestran las consecuencias de ignorar los avisos.
¿Cómo afectan las autodeportaciones y el temor a los indocumentados?
En los últimos meses, surgieron testimonios de personas que deciden marcharse por su cuenta ante el temor de una captura inminente. Algunos permanecieron por años en Estados Unidos, otros apenas cruzaron la frontera.
Una investigación de NBC News expuso el caso de una mujer mexicana que vivió en el país por más de 18 años antes de optar por la autodeportación. En otro episodio, un joven cubano abandonó el territorio luego de que se suspendiera su estatus humanitario.

Desde ciudades fronterizas como Ciudad Juárez, organizaciones confirmaron que algunas familias buscan retornar por sus propios medios o con ayuda de coyotes. Sin embargo, expertos legales advirtieron que estas decisiones, aunque voluntarias, pueden tener consecuencias migratorias de largo plazo.
El abogado Alex Gálvez señaló que quienes salen sin una orden formal podrían enfrentar castigos de hasta diez años antes de volver a solicitar un visado, incluso si la salida fue tramitada como voluntaria.


