

Un reciente estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences generó preocupación global al afirmar que casi la totalidad de las marcas de agua embotellada que se venden contienen rastros de microplásticos.
El trabajo científico usó técnicas avanzadas de espectroscopia para analizar 25 marcas de agua en varios países. Los resultados mostraron que en casi todas se pudieron identificar partículas invisibles en miles de muestras, con algunas botellas conteniendo hasta 240.000 microplásticos por litro.
Casi toda el agua embotellada contiene rastros de micro plásticos
De acuerdo al estudio, el origen de la contaminación son los propios envases de plástico por lo que el problema se origina durante el proceso de fabricación y el tiempo de almacenamiento.
Aunque la investigación está en sus primeras etapas, la presencia de estas nanopartículas en el agua de consumo masivo genera preocupación. Los científicos están trabajando para comprender cómo estas partículas interactúan con el cuerpo humano y si pueden llegar a ser realmente dañinas para la salud.

La cantidad de microplásticos cambió significativamente según marcas y lotes, con dosis bajas de cerca de 100.000 partículas por litro hasta otras con concentraciones mucho más elevadas. Se estima que esto se debe a las condiciones de producción y el control de calidad.
El agua contenía partículas de los siete tipos de plástico. El más común era la poliamida, un tipo de nailon que suele utilizarse para filtrar y purificar el agua. También se detectó una gran cantidad de tereftalato de polietileno (PET).
Cómo afectan los micro plásticos a la salud
La presencia de microplásticos en el agua que consumimos diariamente ha reavivado el debate sobre sus posibles efectos en la salud humana. De acuerdo a los científicos, "se cree que los nanoplásticos son más tóxicos, ya que su menor tamaño los hace mucho más susceptibles, en comparación con los microplásticos, de entrar en el cuerpo humano. Sin embargo, la detección de nanoplásticos impone enormes retos analíticos tanto en la sensibilidad a nivel nanométrico como en la especificidad de identificación del plástico, lo que conduce a una laguna de conocimiento en este misterioso nanomundo que nos rodea".
Solo una de las 25 marcas de agua embotellada analizadas no contenía ningún rastro de microplásticos. Esta notable excepción provino de una embotelladora ubicada en el Reino Unido.


