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El hábito de morderse las uñas, conocido como onicofagia, es común en niños, adolescentes y adultos. Aunque a menudo se considera una costumbre inofensiva, puede estar relacionada con factores psicológicos y emocionales más profundos.

Desde la psicología, se entiende que este comportamiento puede ser una respuesta a situaciones de estrés, ansiedad o inseguridad. Según el portal especializado en salud mental Canvis, este hábito actúa como un mecanismo de autorregulación emocional, ayudando a reducir la tensión en momentos de angustia o frustración.

Atención: el verdadero significado de morderse las uñas

La psicología señala que morderse las uñas también puede estar vinculado a la necesidad de controlar impulsos o canalizar emociones negativas. Esta conducta, que veces se inicia en la infancia, puede mantenerse en la adultez si no se abordan las causas subyacentes.

Especialistas coinciden en que la onicofagia persistente puede estar asociada a trastornos como la ansiedad generalizada o el trastorno obsesivo-compulsivo.

Morderse las uñas tiene una explicación psicológica. Fuente: Archivo.
Morderse las uñas tiene una explicación psicológica. Fuente: Archivo.GeorgePeters

Las causas de la onicofagia pueden ser múltiples y variadas. Entre las más comunes se encuentran la ansiedad, la inseguridad, la frustración, el perfeccionismo, la baja autoestima y las situaciones de cambio vital.

Según el centro Desalud Psicólogos, este hábito suele estar relacionado con la dificultad para gestionar emociones intensas o incómodas, y puede funcionar como una vía de escape ante la sobrecarga emocional.

¿Cuáles son las consecuencias de morderse las uñas?

Si no se interviene adecuadamente, es probable que el comportamiento persista durante años, generando consecuencias tanto físicas como emocionales. La onicofagia no debe considerarse solo una "manía" sin importancia, ya que puede ser un signo de desequilibrio psicológico que merece atención profesional.

Morderse las uñas no solo afecta la apariencia de las manos, sino que también puede provocar daños en la salud bucal, infecciones en los dedos y problemas en la estructura de las uñas. El contacto constante con bacterias y la ruptura de la piel aumentan el riesgo de infecciones como la paroniquia, además de provocar dolor y sangrado frecuentes.

El hábito de morderse las uñas puede derivar en una infección por una bacteria. Fuente: Archivo.
El hábito de morderse las uñas puede derivar en una infección por una bacteria. Fuente: Archivo.

¿Cuál es un tratamiento adecuado para dejar de comerse las uñas?

  • Terapia cognitivo-conductual (TCC): ayuda a identificar y modificar los pensamientos y conductas que desencadenan el hábito.
  • Uso de esmaltes amargos: se aplican en las uñas para generar aversión al acto de morder.
  • Técnicas de relajación y manejo del estrés: como la respiración profunda o la meditación, para reducir la ansiedad.
  • Entrenamiento en sustitución de hábitos: reemplazar el acto de morderse las uñas por otra acción segura, como apretar una pelota antiestrés.
  • Apoyo psicológico o psiquiátrico especializado: especialmente si hay un trastorno de ansiedad o TOC asociado.

Es importante destacar que todos los tratamientos deben estar registrados, ordenas y evaluados por un profesional de la salud.