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La enfermedad de cálculos en la vejiga se refiere a la formación de pequeñas piedras en la vejiga urinaria, que pueden causar dolor y complicaciones en el sistema urinario. Según la información compartida por Mayo Clinic, estos cálculos pueden formarse cuando la orina se concentra y los minerales se cristalizan.
Los síntomas pueden incluir dolor al orinar, sangre en la orina y necesidad frecuente de orinar. Es importante buscar atención médica si se presentan estos síntomas, ya que el tratamiento adecuado puede prevenir complicaciones mayores.
¿Cuáles son los síntomas de la cálculos en la vejiga?
Los síntomas de cálculos en la vejiga pueden incluir:
- Dolor en la parte inferior del abdomen
- Dolor al orinar
- Micción frecuente
- Dificultad para orinar o interrupción del flujo de orina
- Sangre en la orina
- Orina turbia o de un color oscuro anormal
¿Cómo saber si una persona tiene cálculos en la vejiga?
El diagnóstico de los cálculos en la vejiga comienza con una exploración física, donde el médico puede palpar el abdomen para verificar si la vejiga está distendida y realizar un tacto rectal para evaluar la próstata. Además, se analizan los síntomas urinarios que presente el paciente.
Se complementa con un análisis de orina para detectar sangre, bacterias y minerales, así como pruebas de imagen como tomografía computarizada y ecografía, que permiten visualizar los cálculos. Las radiografías también pueden ser útiles, aunque no todos los tipos de cálculos son visibles en ellas.

¿Cómo tratar la cálculos en la vejiga?
Para tratar o prevenir los cálculos en la vejiga, es fundamental mantener una buena hidratación. Beber mucha agua puede ayudar a que las piedras pequeñas pasen de manera natural. Sin embargo, si la dificultad para vaciar la vejiga es la causa, el aumento de agua puede no ser suficiente para eliminar el cálculo.
En la mayoría de los casos, será necesario extraer los cálculos. Existen diferentes métodos para hacerlo, como la utilización de un tubo con cámara que permite al médico visualizar el cálculo y romperlo en pedazos más pequeños mediante láser o ultrasonido.
En situaciones donde los cálculos son grandes o difíciles de romper, se puede requerir una intervención quirúrgica. Además, si los cálculos son consecuencia de una obstrucción o agrandamiento de la próstata, es importante abordar estos problemas simultáneamente con la extracción de los cálculos.


