La inflación cede pero los gastos vinculados a la vivienda tienen cada vez más peso sobre el bolsillo de los argentinos. En este contexto, a la hora de hacer frente a todas las obligaciones de pago, hay ítems que se dejan para más adelante porque adeudarlos no les genera un impacto inmediato. Prueba de ello es que la morosidad promedio de expensas subió hasta un 25%, según estimaciones del sector.


