Richmond, el laboratorio argentino que fabricó la vacuna rusa Sputnik V en el país durante la pandemia, siente ahora el impacto del fin de su producción. La facturación del laboratorio alcanzó $ 2774 millones en el tercer trimestre, una caída del 70% contra los números que había registrado en igual período de 2021, cuando sus ventas netas sumaron $ 9112 millones.
"El balance registró en los nueve meses de 2022 una ganancia de $ 717 millones, donde el tercer trimestre arrojó un resultado neto negativo de $ 178 millones, básicamente, por la estacionalidad de las ventas ya concertadas -tanto en el mercado público como el privado- que se materializarán en el último trimestre del año", explicó la empresa de Marcelo Figueiras en el informe de resultados financieros que envió a la Comisión Nacional de Valores (CNV).
En el tercer trimestre del año pasado, las ventas de la vacuna Sputnik V al Ministerio de Salud de la Nación le significaron un ingreso de $ 6090 millones. Richmond cerró su balance anual con ingresos superiores a los $ 16.000 millones.

"Los resultados financieros netos totalizaron una pérdida de $ 140,7 millones, registrando una mejora del 65,7% con respecto al periodo 2021. Las principales variaciones responden al resultado por la posición monetaria neta de $ 696 millones, a los resultados financieros generados por activos que ascendieron a $ 566 millones, debido principalmente a los resultados por tenencia provenientes del Fideicomiso Financiero "Proyecto Vida"", explicó la empresa farmacéutica en el comunicado.
En cuanto a los gastos de comercialización, la empresa informó en su balance que tuvieron un incremento del 18% a nivel comparativo con el trimestre del año anterior. "Responde a la reactivación de actividades post pandemia y a la promoción de productos de reciente lanzamiento". Por su lado, los gastos de administración disminuyeron en un 7% comparativo con el mismo trimestre 2021, estando equilibrado en lo que va del año.




