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Comienza un nuevo capítulo del conflicto que paralizó la producción de cubiertas en el país y arrastró a la industria automotriz. El Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (Sutna)anunció un paro en la planta de Bridgestone, en Llavallol, que comenzó durante el turno noche del jueves 15 y se extenderá hasta el turno tarde de este viernes, en protesta por el despido de tres operarios.

Alejandro Crespo, secretario general de Sutna, anunció que "en el ingreso del turno noche, a las 22 hs. del jueves 15 de junio, la empresa implementó una nueva ofensiva contra los trabajadores, comunicando directamente en el portón a tres compañeros que estaban despedidos sin causa. Ante este accionar de la empresa, se inició un contundente paro en el turno noche llevado adelante por el conjunto de compañeros, quienes expresaban su total repudio ante este accionar".

Por su parte, la compañía respondió: "Nuestras políticas de empresa tienen normas sobre ausentismo y determinados comportamientos que pueden dar lugar a sanciones disciplinarias, de acuerdo con la ley, nuestro Convenio Colectivo de Trabajo y nuestros procedimientos internos".

Además, aseguran que "habiendo agotado todos nuestros esfuerzos, y de acuerdo con las facultades que nos otorga la ley, Bridgestone Argentina se vio obligada a aplicar las medidas necesarias y despedir a un grupo de personas recientemente".

El pasado martes, el sindicato realizó un paro en las tres grandes fábricas del país:Bridgestone, Fate y Pirelli, y organizó una movilización en el Obelisco. El motivo fue la "criminalización" de la acción gremial, luego de la denuncia penal que ejecutivos de Bridgestone presentaron en la Justicia de Lomas de Zamora contra Alejandro Crespo, por amenazas verbales y coacción.

La movilización, además, coincidió con el inicio de la discusión por las nuevas paritarias del sector. Allí, aseguraron que seguirán luchando por "mantener la continua línea ascendente de mejoras reales que permitan salir del pozo del atraso salarial". El próximo jueves 22 se realizará la asamblea general, en el predio del Sutna, en Pilar. La paritaria actual vence el 30 de junio.

El sindicato mantiene desde inicios de año una nueva disputa con Bridgestone, filial del mayor fabricante de cubiertas del mundo. Catalizadas por distintas razones, en las últimas semanas, la discusión se redujo a un presunto "hostigamiento" que el Sutna denunció por parte de la empresa. Días atrás, durante una audiencia en la departamental de Lomas de Zamora del Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, Crespo profirió, frente a testigos, amenazas al gerente de la planta que Bridgestone tiene en Llavallol. Por tal razón, se le inició una causa penal por la que fue citado a declarar hace dos semanas.

"Separamos lo gremial de lo delictivo", aclaró la compañía, que, en audiencias en el Ministerio de Trabajo de la Nación, también consignó otras fechorías -agresiones y robos- que su personal jerárquico sufrió en las adyacencias de la ex Firestone.

Crespo -hombre alineado con el Polo Obrero- pidió la nulidad de la causa. No obstante, la empuñó como bandera de su lucha sindical. Recibió rápidas adhesiones de otras entidades políticas y sindicales, y el respaldo de dirigentes como Pablo Moyano (Camioneros) y Mario "Paco" Manrique, el beligerante aspirante a suceder a Ricardo Pignanelli en el poderoso Smata, el sindicato de mecánicos.

El conflicto en Bridgestone

El conflicto entre el gremio y la ex Firestone se encendió en mayo, cuando, tras el despido de ocho operarios, el Sutna anunció un paro en la planta de Lavallol y alertó a las otras dos empresas productoras de neumáticos en la Argentina, Fate y Pirelli.

Sin embargo, la protesta tiene un trasfondo conflictivo. De acuerdo con declaraciones del sindicato, la puja se tensó, en ese entonces, cuando el gremio exigió mejoras en las condiciones laborales a causa de las altas temperaturas registradas durante la ola de calor en marzo, y "la empresa respondió con una nueva serie de despidos". Bridgestone desvinculó una cosa de la otra y aclaró que los despidos fueron todos justificados.

El Sutna había denunciado a Bridgestone por elevados niveles de carga térmica en distintos sectores de la planta, por los cuales los operarios deberían poder trabajar sólo 15 minutos y descansar 45 de cada hora trabajada. Una inspección del Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires corroboró las condiciones en seis sectores de la fábrica.

Pese a que la compañía presentó en abril un plan de acción ante la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, en el que se comprometió a realizar modificaciones y mejoras en los sectores inspeccionados antes del inicio del próximo verano, los trabajadores de la compañía siguieron adelante con el cese de tareas.

A raíz de esa medida de fuerza, la empresa había advertido que el pago del bono de productividad que les corresponde a los trabajadores por convenio, estaba en riesgo. Sin embargo, Bridgestone dio marcha atrás y decidió pagar la bonificación que este mes superó el 8,2% de ganancias sobre el salario. Desde la empresa aseguraron que, de no haberse interrumpido la producción en ningún momento por paros y asambleas, el porcentaje podría haber sido del 16,4%.

El año pasado, de hecho, la planta llegó a tener niveles de productividad inferiores a los de 2019, con 350 personas más, tomadas a inicios de 2022 para crecer 40% en producción.

Un conflicto con larga data

El año pasado, la industria del neumático ingresó al conflicto en mayo con una producción promedio de 1 millón de cubiertas mensuales. Los paros sucesivos en distintos turnos -el sector trabaja 24x7- le costó, como mínimo, el 50% de ese volumen.

La puja detonó por la revisión del acuerdo paritario 2021-2022, que vencía en junio del año pasado. Las empresas proponían pagar 16 puntos adicionales al ajuste original (50%) y conceder un bono extraordinario, con tope y sujeto a condiciones como presentismo y productividad. El Sutna rechazó el porcentaje por insuficiente y, en vez de un bono, exigía el pago al 200% de las horas trabajadas en fines de semana. Lo convirtió en la principal bandera de su lucha.

En la última semana de septiembre, los paros y bloqueos frente a las plantas llevaron a la suspensión total de la producción de neumáticos. Como consecuencia, días después, dos de las mayores fabricantes y exportadoras de la industria automotriz, Ford y Toyota, también debieron clavar los frenos. Hubo paz tras picos de tensión, con declaraciones cruzadas entre Crespo y Sergio Massa y una nueva audiencia en el Ministerio de Trabajo que culminó con la toma del edificio (Callao al 100) por parte del sindicalista y su séquito durante 24 horas.

Crespo salió triunfal, con un acuerdo que mejoró en 16% la paritaria anterior (lo mismo que habían propuesto las empresas). Pero, en vez del 200% en las horas de sábado y domingo, aceptó una serie de recomposiciones, con sumas fijas y ajustes graduales hasta marzo, cuando los sueldos del sector pasaron a activar una cláusula automática por el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec.

Esto, celebró el sindicato, le garantizó a cada operario un mínimo de 10% por encima de inflación.