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La industria del vino apuesta al enoturismo para incrementar sus márgenes de ganancia. Hoy, en la Argentina, hay 320 bodegas abiertas al turismo, en 14 provincias de las 18 en las que se elaboran vinos. Se trata de un 30% más de la oferta que existía hace cinco años.

"Los márgenes de ganancia para los empresarios bodegueros son cada vez más chicos por la fuerte carga impositiva que hay. El enoturismo, sobre todo, en este contexto económico -en donde el país es barato para el extranjero-, se convierte en una salida paliativa de sobrevivencia", contó Alejandro Trapé, economista y docente de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Cuyo que trabajó en un informe junto a la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), el ente público-privado del sector.

Según datos del Observatorio Económico del Turismo del Vino , una herramienta creada entre el Ministerio de Turismo de la Nación, el Emprotur, la Universidad de Buenos Aires (UBA) y Coviar, hoy existen 320 bodegas abiertas al turismo. En 2013, ese número era de apenas 200 y, en 2017, se habían registrado 245.

"Hubo un crecimiento muy grande y en el contexto actual se trata de una herramienta muy buscada", agregó Agostina Lencinas, economista de Coviar.

"Vemos que muchos productores que tienen sus propias fincas tienen su restaurante premium y producen vino solo para la oferta gastronómica, esto es algo que antes no sucedía", explicó Trapé. Es que los pequeños productores, según datos de Coviar, tiene un 60% en promedio de carga impositiva. Encuentran en el turismo una actividad más rentable.

Pan & Oliva es la oferta gastronómica de la Bodega Zuccardi
Pan & Oliva es la oferta gastronómica de la Bodega Zuccardi

En cuanto al impacto que el turismo del vino genera en las bodegas, según los datos del observatorio, en promedio, los visitantes tienen un volumen de compra de 21.617 botellas al mes y generan un flujo de 10.653 comensales promedio por provincia también cada 30 días.

En el periodo de mayo 2022-agosto 2022, la cantidad total de visitas a las bodegas en el país fue de 368.278: 216.458 fueron de origen nacional y 68.608 internacional.

Actualmente, el enoturismo se mueve principalmente por el turismo nacional. Pero el tipo de cambio -barato para el extranjero- y el prestigio que, en los últimos años, adquirió el vino argentino en el mundo hacen que muchos empresarios bodegueros apuesten a los extranjeros para mejorar sus márgenes. Con propuestas que apuntan, sobre todo, a los visitantes de países vecinos.

Mendoza es uno de los principales productores de vino
Mendoza es uno de los principales productores de vino

En números, hasta los datos relevados en 2022, el mayor porcentaje de encuestados reside en la región de Buenos Aires: 41%. Le sigue la región del Litoral con el 15%; Cuyo con el 14%; la región del Centro con el 12% y Patagonia con el 11%. Por último, se encuentra la región del Norte con el 7 por ciento.

Hace poco más de 15 días, el Gobierno nacional anunció una inversión de $ 300 millones para fortalecer el enoturismo en todo el país, a partir de un acuerdo que el ministro de Economía, Sergio Massa, suscribió con la Coviar. El Fondo para el Desarrollo del Enoturismo busca beneficiar a los pequeños y medianos productores.

Escapar de la carga impositiva

Actualmente, la industria del vino reclama un alivio impositivo para generar mayor rentabilidad a su negocio. Según datos de Coviar, el sector en su conjunto (integrado por fincas y bodegas) tiene una carga impositiva del 61,8%. De ese total, el Impuesto a la Ganancias es el más representativo, con casi un 18% de ese total.

"De 11% que obtiene de ganancia el empresario del vino, 6,8% lo debe abonar en impuestos. De esta forma solo le queda una rentabilidad del 4,2%", explicó Trapé en un encuentro con periodistas.

"La negociación por estos temas están siempre en la agenda con el Gobierno. Advertimos que podría haber quiebras y cierres definitivos, sobre todo, de los pequeños productores", concluyó la fuente de Coviar.