A menos de una semana para el comienzo de la edición número 137 de la Expo Rural, las perspectivas son optimistas. El evento que, año a año, reúne a empresas, productores, expositores e inversores, tanto locales, como internacionales, se llevará a cabo del 17 al 27 de julio en el predio de La Rural ubicado en el barrio porteño de Palermo.

Claudio Dowdall, director general de La Rural SA, el tradicional escenario de la más importante de las ferias y congresos que se realizan en Buenos Aires, aseguró que los concurrentes que visitan la Expo -alrededor de 800.000 por año- lo hacen para "conocer a la Argentina que funciona".

Además, en un contexto complejo para el campo argentino, marcado por la caída de varias empresas del sector que se declararon en default a causa de no poder afrontar vencimientos de pago, esta edición promete cerrar ventas por alrededor de u$s 1100 millones. La clave de esta proyección, aseveró Dowdall, es la mayor oferta de líneas de crédito a largo plazo que estimulan la inversión en capital de trabajo.

Con un escenario macroeconómico más ordenado, ¿qué espera de esta edición?

Hacemos más de 50 ferias al año en La Rural y siempre tenemos la responsabilidad de hacer un evento con una oferta superadora. En esta edición, habrá más de 500 expositores y los visitantes podrán disfrutar de más de 2200 animales, un 10% más que el año pasado.

Esta primera etapa de la macroeconomía ayudo a generar mayor estabilidad, lo que permite dar previsibilidad. Esto habilita líneas crediticias a largo plazo, indispensables para este negocio, que también es de largo plazo. La ganadería, por ejemplo, demanda tres años para empezar a ver resultados, mientras que la agricultura requiere de ocho meses. Para eso, hay que tener previsibilidad, claridad y proyección a largo plazo.

Como en cualquier economía, los productores argentinos necesitan financiamiento para invertir en capital de trabajo. Esto genera más negocios y mayor productividad. No obstante, hay que seguir haciendo los deberes para tener mejor y más competitividad de la economía.

¿Cuál es el atractivo de este año?

La Expo Rural es, además, la unión de la oferta y la demanda. Nosotros conectamos a un conjunto de productores -todos los años participan entre 100.000 y 120.000- con compradores que, tal vez, de otra manera, nunca hubieran podido conocer. En esta edición, el foco estará puesto en tres abanicos principales. El primero es el conocimiento y la información acerca del sector agroindustrial. El segundo, el de las rondas de negocios y comercialización. Y, por último, el de la presentación de productos innovadores. En el primer caso, sabemos que las personas que viajan para recorrer la feria lo hacen para conocer a la Argentina que funciona, que produce.

¿Qué significa "la Argentina que funciona"?

Es un resultado que obtuvimos de las encuestas que realizamos a la gente que viene a la expo. Ellos quieren venir a ver lo que la Argentina es: su pata agropecuaria, agroindustrial y federal. El paseo familiar se hace en busca de querer saber más acerca del país. Esto sucede por más de que visite la feria un montón de gente que no se dedica a la actividad. Consideran que el campo es parte de la Argentina. Ese título de propiedad se da en muy pocos lugares del mundo. Cada año, recibimos alrededor de 800.000 personas que quieren conocimiento. Buscan saber qué es cada animal, qué producen, cómo impacta, dónde se encuentra. La gente viene en busca de información.

¿Van a participar inversores extranjeros? ¿Qué es lo que buscan?

Este año, tendremos nuevamente la ronda de negocios de Argentina Alimenta. Se trata de varias jornadas con más de 500 reuniones comerciales ya pactadas, en las que se presentan las innovaciones de la industria local. Esta ronda es de alimentos porque la Argentina es una histórica productora de alimentos. Entonces, generamos estas rondas de negocios donde les damos, a través de esa ventana internacional, la posibilidad a los productores de conectarse con compradores que nunca hubieran podido acceder. Históricamente, ha tenido la presencia de El Corte Inglés de España, el sistema carcelario de los Estados Unidos y la cadena de supermercados Walmart. En esta edición, participarán alrededor de 100 empresas de todo el país, que buscarán unir la oferta con la demanda. Para eso, habrá 12 compradores extranjeros, provenientes de Brasil, Chile, Perú, Estados Unidos, Colombia, Paraguay y Uruguay y estimamos un volumen de negocios de alrededor de u$s 1000 millones.

¿Qué pasa con los otros sectores de la cadena?

Calculamos alrededor de u$s 1000 millones para esa ronda de negocios y u$s 100 millones por la venta de animales, ya que habrá más de 40 remates televisados donde se van a vender más de 100.000 cabezas. La venta de maquinaria es difícil de determinar con anticipación pero se genera un volumen de negocios que permite trabajar todo el año. Hay muchos productores regionales interesados, ya que en la Argentina somos pioneros en innovación y siembra directa.

¿Esto quiere decir que se cierran negocios a largo plazo?

Generalmente, en estas exposiciones se generan negocios concretos, como los remates televisados o la venta de reproductores, pero también hay proyectos largoplacistas. Esto quiere decir que se encuentran los productores argentinos con compradores internacionales y se generan contratos de venta que, tal vez, se dan a lo largo de un año completo. Las ferias tienen las ventas concretas en el lugar y los prospects comerciales a trabajar durante un año futuro. Sin embargo, el movimiento económico que general la exposición es, incluso, más grande, ya que tiene un efecto derrame al resto de los sectores, como el turismo.

¿El turismo de negocios es más rentable?

La Expo Rural tiene alrededor de 9000 empleados. Pero, a eso, hay que sumar una demanda temporal de personal para armado de stands, los servicios gastronómicos, promotores, entre otros. Esta es una exposición totalmente federal y hay participantes de todas las provincias. Atrás de cada animal, hay un sinnúmero de personas que viajan, contratan hospedaje, comen en restaurantes, tienen momentos de esparcimiento, van al teatro, o al cine. A nivel mundial, se habla de que un turista de negocios gasta entre u$s 6 y u$s 8 más que un turista de esparcimiento.