La privatización de Intercargo avanza y el negocio ya despierta interés entre jugadores internacionales. Mientras el Gobierno define el proceso de venta y dos compañías extranjeras se preparan para competir en el mercado de servicios de rampa, las aerolíneas locales reconocen la calidad del servicio que provee la firma estatal, pero admiten que más competencia sería positiva.
Este lunes el Gobierno dio a conocer los avances respecto al proceso de venta de Intercargo en un escrito que publicó en el Boletín Oficial. La operación, aclaró el Ejecutivo, "se realizará mediante la venta del 100% del paquete accionario a través de una licitación pública de alcance nacional e internacional -en un plazo de ocho meses-, y no prevé el otorgamiento de preferencias ni la incorporación de un Programa de Propiedad Participada (PPP)".
Este últimoes un mecanismo que se usó en la Argentina durante el proceso de privatizaciones de los años '90. Se trataba de una herramienta creada para que los empleados de empresas estatales que iban a ser privatizadas pudieran adquirir parte del capital accionario de esas compañías. Es decir, se les ofrecía ser accionistas minoritarios -y voluntarios- en las nuevas empresas privadas. Este programa sí rige en el caso de Aerolíneas Argentinas, cuyo porcentaje de participación es del 10 por ciento.
Una de las partes fundamentales para la caída del "monopolio" de Intercargo fue la habilitación por parte de la Secretaría de Transporte a otras seis empresas de servicios de rampa para operar en los diversos aeropuertos del país. Hasta el momento, la lista está conformada por seis jugadores: la británica Menzies Aviation, la uruguaya Air Class Cargo y las locales Global Protection Service, Fly Seg, Handyway Cargo y Escalum Investment.
El servicio de rampa es una de las actividades más intensivas en capital dentro del negocio aeroportuario, ya que requiere de equipamiento especializado y costoso -como tractores de equipaje, escaleras móviles, pushbacks, cintas transportadoras y unidades de potencia para aeronaves en tierra-, además de mano de obra calificada que opera en turnos rotativos.
A eso se suman altos costos de mantenimiento, infraestructura dentro de los aeropuertos y el cumplimiento de estrictas normas de seguridad y certificaciones técnicas. Es por esa razón que la provisión del servicio demanda una alta inversión, decisión que solo se concretó en dos de las seis empresas habilitadas hasta la fecha.
Tal es el caso de Global Protection Services y Fly Seg. En el primer caso, la firma realizó un desembolso de u$s 9 millones para sumar equipamiento y personal especializado, lo que le permitirá atender cuatro vuelos en simultáneo. Por el momento, la empresa está atendiendo únicamente vuelos privados en el aeropuerto Bariloche. Su plan es expandirse rápidamente en las 16 terminales donde tiene habilitación.
En tanto, Fly Seg no dio a conocer el monto de su desembolso, pero sí aseguró que prevé inversiones en maquinaria e incorporación de personal para comenzar con la operación de este nuevo negocio.
La desregulación de este mercado era un pedido por parte de las aerolíneas que, en varias ocasiones y como consecuencia de diferentes paros en la industria por falta de acuerdo en paritarias y en rechazo a la privatización de Intercargo, dificultaban el normal funcionamiento de sus vuelos. Sin embargo, según pudo saber este medio, la mayor oferta de jugadores en el negocio del servicio de rampa todavía no es visible para las aéreas que vuelan en la Argentina.
"Todavía no hay una oferta clara por parte de otros oferentes, pero esperaría a que suceda. En los demás países donde operamos sí hay más opciones para elegir", dijo Estuardo Ortiz, CEO y fundador de JetSmart, a la vez que añadió: "Seguimos trabajando con Intercargo. El gran tema siempre fue el riesgo que se incurre en la operación. Es una lástima cuando hay un paro y no hay otra alternativa que cancelar. Es por eso que creo que es muy positivo que el mercado se abra, que haya más jugadores, más competencia y más opciones. Eso va a ser bueno para Intercargo porque tendrá que ser más competitivo, más eficiente y, como consecuencia, más sostenible".
Esta situación se da, además, en un contexto en el que la industria aeronáutica está tocando niveles récord en el país. Según los últimos datos de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), durante el sexto mes del año salieron del país un total de 1.127.547 pasajeros. Esto significó el mejor desempeño histórico para el mes, incluso por arriba de junio de 2019, cuando habían viajado al exterior un total de 1.087.917 pasajeros. Si se compara con el mismo mes del año pasado, también hubo un crecimiento del 14 por ciento.
Si se suman el plano internacional y el de cabotaje, se movilizaron un total de 3.585.167 pasajeros en los aeropuertos de todo el país. Esto es un 12% más que la cifra registrada en junio de 2024 (3.190.703). Para lo que queda del año, jugadores del sector estiman un crecimiento del mercado doméstico que ronda el 15%, lo que demandará una oferta más robusta en el servicio de rampa en el país.
Qué empresas se quieren quedar con Intercargo
La posibilidad de sumar nuevos jugadores al mercado, anteriormente monopolizado por Intercargo, fue posible dada la desregulación que se inició en el mercado aeronáutico el año pasado, con el fin de implementar la política de cielos abiertos en el país.
En septiembre del año pasado, la secretaría de Transporte sacó a la luz un decreto para habilitar a otras empresas a prestar servicios de asistencia en tierra. La intención fue quitarle privilegios a la empresa estatal que fue la firma preferente y exclusiva para la prestación de estos servicios, con excepción de aquellas aerolíneas (nacionales y extranjeras, como el caso de Flybondi, Aerolíneas Argentinas y American Airlines) que hubieran optado por la autoprestación del servicio ante la autoridad de control.
Esta situación llamó la atención de dos empresas extranjeras, que estarían dispuestas a poner un pie en la Argentina para quedarse con la estructura de Intercargo.
Una de ellas fue la firma británica Menzies Aviation,que recientemente confirmó sus intenciones de aterrizar en mercado local. La compañía que ofrece servicios terrestres, de carga, de abastecimiento de combustible, servicios ejecutivos y servicios fuera de línea para la industria aeronáutica, se conformó como empresa en el país a comienzos de enero y buscará iniciar su operación en los aeropuertos locales en no más de seis semanas. Según trascendió, la firma buscará aliarse con la mayor operadora aeroportuaria local, propiedad del empresario Eduardo Eurnekian,Aeropuertos Argentina.
Además, dos empresas extranjeras mostraron su interés en la Argentina: Una de ellas, Dnata, con base en Dubái, que anunció sus intenciones de empezar a operar en los aeropuertos pequeños y medianos del país, mientras que la otra,Swissport, de origen suizo y con algunas operaciones en el país, buscará ampliar su presencia en los aeropuertos locales.



