

La italiana eléctrica Enel, dueña de Edesur, avanza en la venta de la distribuidora, que atiende a 2,5 millones de usuarios en la Ciudad de Buenos Aires y el sur del conurbano bonaerense.
El Banco Santander, que fue contratado por Enel para llevar adelante el proceso de venta, comenzó a enviar, a un total de 10 empresas interesadas en Edesur, los datos técnicos para comprar una de las mayores distribuidoras eléctricas del país, según publicó el portal especializado en energía EconoJournal.
Según la información, en esa lista, figuran el Grupo Werthein; una de las principales familias empresarias del país, dueños de todos los activos de Direct TV en América latina; el empresario Alejandro Macfarlane, titular de Disvol, la sociedad que controla Camuzzi, una de principales distribuidoras de gas del mercado local; Electromecánica (EMA); un grupo de empresarios vinculados al sector energético cuyo principal emergente es Osvaldo Sortino; y el Banco Piano. También, se mencionó al Grupo Olmos, dueño de multimedios argentinos.
El Santander convocó a unos 10 actores para que vean el infomemo inicial con datos básicos de los activos que están a la venta. Está previsto que se conforme una short list con dos o tres candidatos. Según la información difundida por la entidad bancaria, los interesados tienen un período de siete semanas para formular una oferta en concreto.

Fuentes de Enel explicaron a EconoJournal que se espera que la venta se realice durante este año, antes de diciembre.
Edesur, distribuidora eléctrica del sur de la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano, duplicó sus pérdidas operativas en 2022, que ascendieron a $ 36.459 millones. En 2021, habían sido de $ 15.204 millones.
Este año, la empresa estuvo en el ojo de la controversia por los cortes de luz que, durante la ola de calor de marzo, afectaron a 180.000 usuarios. Eso condujo a reclamos de rescisión de la concesión y terminaron con la intervención administrativa de la compañía por parte del Estado Nacional durante 180 días. Esta semana, por esos cortes, el Gobierno le impuso una multa de $ 471 millones.
La empresa ya tenía cartel de venta antes de ese episodoi. A inicios de este año, el entonces CEO de Enel, Francesco Starace, declaró que el grupo italiano deja la Argentina porque "tiene la regulación más bizarra del mundo". En mayo, tras la asunción de Giorgia Meloni en el gobierno de Italia, su lugar pasó a ocuparlo Flavio Cattaneo.
La empresa controlada por el Estado italiano busca desprenderse de activos a nivel global por 21.000 millones de euros, con el objetivo de reducir su nivel de deuda neta. En ese sentido, el plan de retiro incluye también la salida de Perú y Rumania, como así también al estado deCeará (Brasil), aunque conservará su presencia en ese país. Se espera que la mayor parte de esta estrategia se implemente a fines de 2023.
La salida ya comenzó
El grupo Enel, ya empezó a concretar su salida de la Argentina a principios de este año. En febrero acordó venderle a Central Puerto, el grupo nacional que encabezan Guillermo "Willy" Reca, Carlos Miguens-Bemberg y Eduardo Escasany, sus participaciones en en las centrales Costanera (76%) y Dock Sud (72%) por un total de u$s 102 millones, entre ambas operaciones.

Ubicada en la Costanera Sur de la Ciudad de Buenos Aires, Generación Costanera -como enel había rebautizado a la ex Central Costanera- se consolidó como la planta de generación térmica más importante de América del Sur. Tiene 11 unidades generadoras -de ciclos convencionales y combinados-, con 2324 megawatts (Mw) de capacidad instalada. Genera la energía demandada por 3,5 millones de hogares en todo el país, equivalente al 6% de la potencia instalada total del Sistema Argentino de Interconexión (SADI). Los italianos tenían el 75,68% de sus acciones.
Por su parte, el acuerdo con Central Dock Sud era para transferir el 57,14% que Enel tenía en Inversora Dock Sud, dueña del 71,78% de las acciones de la generadora. En términos directos, representaba el 40% de la empresa, en la que otro 40% está en manos de YPF y el 20%, de Pan American Energy (PAE).
Pero, como esas empresas tenían una opción de preferencia, fueron finalmente YPF y PAE quienes se quedaron con las acciones de Enel en esa central, valuadas en u$s 54 millones en el preacuerdo con Central Puerto.


