Viajar nos conecta con el mundo y con los seres queridos que viven a distancias, pero dada la crisis climática que vive el planeta, es necesario reducir las emisiones que genera el transporte, especialmente los vuelos. "Como todo lo que funciona con petróleo, los aviones liberan dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático. A gran altura, estos gases tienen un mayor efecto de calentamiento que a nivel del suelo, por lo que el impacto de la aviación es mucho mayor que el del CO2 por sí solo", explican desde Greenpeace, y agregan que las emisiones del turismo internacional correspondientes al transporte crecerán un 45% para 2030, mientras que las emisiones del turismo interno aumentarán en un 21%.
Para que se entienda bien el impacto del transporte en el turismo, el mismo corresponde a un 22% del total de las emisiones del transporte y, por lo tanto, resulta esencial potenciar la cooperación para evolucionar este aspecto.
De acuerdo a un estudio publicado en Nature Climate Change, los seres humanos emiten más de 44.000 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera cada año; y el turismo aporta hasta el 11% de esas emisiones, y los vuelos constituyen la mayor parte.
Sumado al tema del transporte, también ciertos hábitos de consumo y mala gestión de los residuos siguen empeorando el panorama. Así, por ejemplo, en la Argentina se genera un promedio de 45.000 toneladas diarias de residuos sólidos urbanos, lo que equivale a una tonelada de basura cada dos segundos. Y un 60% de esos residuos terminan en el mar. El último Censo Provincial de Basura Costera Marina (que cubrió un área total de 422.501 m2 y participaron más de 20 instituciones costeras en 21 localidades bonaerenses), relevó un total de 40.331 residuos censados, de los cuales el 84,5% estuvo constituido por plásticos y colillas de cigarrillos.

Pasar a la acción
La OMT impulsa el compromiso de acelerar el progreso hacia el desarrollo de un turismo de bajas emisiones para lograr que el sector contribuya a los objetivos climáticos internacionales, y esto implica que el turismo sea capaz de recortar sus emisiones de carbono en un 50%.
Pero como no se puede reducir lo que no se mide, The Carbon Sink y otras organizaciones vinculadas al tema este verano impulsaron distintas iniciativas para invitar a las personas a que tomen conciencia de sus propias acciones en vacaciones y a reducir, entre todos, las emisiones que generamos. Ya son varias las herramientas online mediante las cuales cualquier individuo particular puede conocer y tomar conciencia de sus propias emisiones de gases de efecto invernadero, e incluso y neutralizarlas a través de bonos certificados en proyectos sostenibles, tanto en Argentina como en la región.
A modo de ejemplo, The Carbon Sink analizó 3 tipos de viajes que hacen los argentinos para conocer cuál es la huella de carbono de cada uno y el impacto generado por su traslado y hospedaje. Así, un viaje familiar, por ejemplo, de una familia tipo de 4 personas desde Buenos Aires a Pinamar en auto, tiene una emisión promedio de 507 kg de CO2e. Viaje en pareja, en avión, ida y vuelta desde Buenos Aires a Brasil generan aproximadamente 1297 kg. de CO2e. Y una persona que viaja sola a Nueva York en avión emite 2575 kg de CO2e.
¿Cuáles son los parámetros que más influyen?
El transporte es el factor que más impacta en el ambiente, por eso la recomendación es, dentro de las posibilidades, elegirtren o vehículos compartidos. Las empresas de aviación aún están lejos de implementar vuelos con combustibles de bajo impacto, aunque se sigue investigando en el tema. En cuanto a los hospedajes, la recomendación es elegir opciones de alojamiento con menor impacto ambiental, como campings, casas de familia u hoteles con políticas de cuidado del ambiente (por ejemplo, que no laven a diario ropa blanca, sino a pedido).
También influyen en nuestras emisiones las actividades, compras y consumos que hagamos en cada lugar. Por eso Greenpeace aporte algunos consejos prácticos para nuevas vacaciones:
- Equipaje: menos es mejor. Cuanto menos peso transportamos, menos combustible consume el transporte en que nos movamos (avión, micro/bus, coche).
- Evitar plásticos de un solo uso. Armá tu kit con un para bolsas de telas, sorbete de metal y botella y cubiertos reutilizables.
- Respetar la flora y fauna del lugar. Así sea que visites el mar, un río, la montaña, un bosque, un desierto. Llevate cualquier residuo que generes con vos y no le des de comer a los animales silvestres e intentá disfrutar sin alterar el ritmo natural de ese lugar.
Según la Organización Mundial del Turismo, el turismo sostenible es aquel que tiene en cuenta las repercusiones actuales y futuras, y no sólo las económicas para la industria turística, sino también las sociales y medioambientales. Estamos lejos de lograr cero impacto, pero cada vez más cerca de sumar conciencia colectiva para cambiar hábitos. Empresas, sociedad y organizaciones deben seguir trabajando en conjunto.



