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Arcor, el gigante alimenticio que dirige Luis Pagani, ganó $ 35.380,37 millones en 2022. Pese a que la facturación subió 6,5%, a $ 625.082,12 millones, el beneficio resultó 8,8% inferior al de 2021. El grupo cordobés, mayor fabricante mundial de caramelos duros, le atribuyó esa reducción -que se reflejó, en especial, en sus resultados operativos- a la economía argentina. En especial, a los niveles de inflación, la devaluación y el control de precios que implementa el Gobierno de Alberto Fernández.

"Es relevante mencionar que el contexto de la Argentina, principal escenario para el desarrollo de los negocios del grupo, se vio afectado por diferentes factores, tales como el congelamiento de precios, la suba en los costos de materias primas a nivel internacional y local, la devaluación de la moneda y una elevada inflación, que produjo la pérdida del poder adquisitivo de la población", puntualizó Arcor en la memoria de los estados contables difundidos a última hora del viernes.

"En este contexto, la performance general del negocio sufrió un deterioro del resultado operativo respecto del año anterior, que, expresado en términos de ventas, representa un 6,8%, mientras que el año anterior fue del 7,3%", agregó.

En términos absolutos, el resultado operativo también fue menor. Asentó $ 42.428,5 millones en 2022 y $ 42.946,8 millones el balance previo.

Fundada en 1951, Arcor no sólo es la mayor alimenticia de la Argentina, sino una de multilatina con presencia en más de 100 países. Es, además, el mayor exportador de golosinas de la Argentina, Chile y Perú. Tiene 45 plantas industriales en América latina (34 en la Argentina) y, en junio, inauguró su primera fábrica de golosinas, chocolates y galletas en África. Emplea a 20.000 personas a escala global. Focalizada en la elaboración de alimentos de consumo masivo, agronegocios y packaging, produce 3 millones de productos por día, con marcas como Cofler, Bon O Bon, Butter Toffes, Cereal Mix, Mogul, BC La Campagnola, Saladix y Águila. Además, tiene siete tambos, que generan 50.000 litros diarios de leche, y es el mayor productor de papel -en general, y de papeles kraft para embalajes- y de cartón corrugado de la Argentina. También es el principal accionista de Mastellone, la dueña de La Serenísima.

Luis Pagani, presidente de Arcor.
Luis Pagani, presidente de Arcor.

Hace un año, luego de que el Presidente Fernández le declaró la "guerra a la inflación", el entonces Secretario de Comercio, Roberto Feletti, apuntó directamente contra el grupo, al entender que ofrecía resistencia a aceptar el acuerdo de precios que buscaba imponer el funcionario. Esa embestida se complementó con una campaña en redes sociales, que promovía un boicot a sus productos. Incluso, un informe preliminar de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC), organismo dependiente de Comercio, objetó la compra de los activos locales de la estadounidense Ingredion por parte de Arcor.

La dinámica de su ejercicio 2022 fue similar a la de otras grandes empresas de consumo masivo, Mastellone Hermanos y Molinos, que difundieron en los últimos días sus balances del año pasado, con fuertes deterioros en sus resultados operativos, pero beneficios finales debido a efectos financieros.


Todos los números de Arcor en 2022: ventas al mercado interno y exportaciones

El año pasado, las ventas de Arcor, consignó la empresa, crecieron 6,5%, a $ 625.083,12 millones, de los cuales el 68,3% correspondió al mercado interno y el 31,7%, a sus exportaciones.

En su reseña informativa, indicó que sus negocios de consumo masivo, compuesto por golosinas, chocolates, helados, galletas y productos funcionales, tuvieron un aumento de los volúmenes vendidos en aquellas categorías de ítems cuya compra está más relacionado "con el impulso, la indulgencia y el consumo on the go". En ese sentido, destacó la performance de los segmentos impulsados por el lanzamiento de productos y campañas publicitarias.

Los números muestran que la categoría de golosinas y chocolates incrementó su facturación doméstica un 6,9%, a $ 146.467,65 millones. Pero fue, también, de las que más sufrió la erosión de márgenes: el resultado operativo de la división, $ 8322,68 millones, fue 38,35% inferior al de 2021.

El crecimiento del negocio de galletas (con las etiquetas de Arcor y Bagley) estuvo en línea: 6,6%, a $ 109.265,89 millones. Su resultado, en cambio, fue 53,4% superior al de un año antes: $ 8204,6 millones.

Pero la categoría Alimentos, la más afectada por la caída del consumo y el control de precios, cayó en facturación, de $ 50.623 millones en 2021, a $ 49.638,5 millones en 2022. La unidad, que había perdido $ 2495,7 millones el año anterior, volvió a acumular al 31 de diciembre un rojo, además, mayor: $ 3531,4 millones. En esta división, además de los productos marca Arcor, se agrupan también los de La Campagnola y la polenta Presto Pronta.

En sentido opuesto, el negocio de packaging facturó $ 133.267,93 millones, con un resultado operativo de $ 16.017 millones, y el de agronegocios generó $ 105.488 millones, con una rentabilidad de $ 3798,5 millones.

"Los volúmenes de los negocios industriales tuvieron un incremento, principalmente, en agronegocios, en lo que respecta a ventas de jarabes, almidones, especialidades y subproductos", indicó Arcor en su memoria.

"En cuanto a las ventas de packaging, también se observó un aumento en la mayoría de sus segmentos, destacándose envases de cartón corrugado y el segmento de bolsas industriales que, apalancado por la integración en la producción de papeles Sack Kraft, logró un importante crecimiento en volumen respecto del año anterior, gracias al aporte de la nueva planta productiva", reseñó.

"Por su parte, en el segmento de envases flexibles, el incremento de volumen se llevó a cabo con una mayor participación de clientes de terceros", apuntó.

Entre costos que suben y una ayudita de la devaluación (oficial) por debajo de inflación

Sin embargo, esas mejoras de ingresos no compensaron el incremento de costos registrado en el año. "La dificultad para mantener los márgenes operativos en los niveles del año anterior fue, principalmente, ocasionada por el incremento de la estructura de costos y gastos consolidados por sobre le incremento de los ingresos. Cabe destacar que, pese al deterioro de la performance operativa, y en línea con lo observado durante el año pasado, el resultado final se ha visto incrementado a nivel de los resultados financieros", aclaró Arcor.

Esto, precisó, es efecto del atraso del tipo de cambio oficial -con el que se registran sus exportaciones y se hace su balance- con relación a la inflación.

"La aceleración de la inflación por sobre la devaluación de la moneda ocasiona en los estados financieros el reconocimiento de una ganancia por diferencia de cambio generada por la apreciación en términos reales de la moneda argentina, debido a que la deuda neta financiera de la empresa se encuentra mayoritaria denominada en moneda extranjera", explicó.

"Además, el incremento de la inflación respecto del año anterior genera un resultado por posición monetaria neta mayor", apuntó. En tal sentido, el resultado por posición monetaria neta en 2022 fue de $ 21.349,55 millones, contra $ 9581,24 millones de 2021.

Recuperación de los negocios en el exterior

En relación a sus actividades en América latina, Arcor observó un "recupero generalizado". En algunos países, agregó, a niveles de prepandemia. "En especial, se destaca el mayor consumo de categorías de impulso y el consumo fuera del hogar, como fue el caso del negocio de golosinas y chocolates de Brasil", ilustró.

"En el mismo sentido, en la Región Andina, también se observan aumentos de volumen en lo que respecta a los negocios de golosinas y chocolates en Chile y Perú, así como también para el negocio de galletas de Chile", continuó. En las filiales del Sur del continente (Uruguay, Paraguay y Bolivia), "el incremento de las ventas en las categorías de impulso estuvo, incluso, por sobre el crecimiento de cada país", señaló.