Este miércoles, fue noticia que Margot Robbie, la encarnación fílmica de Barbie, está de vacaciones en la Argentina. Paradójicamente, el país del que Mattel, el dueño de la muñeca más famosa, prefirió irse.

"Barbie fue un fenómeno cultural", definió Ynon Kreiz, CEO de Mattel. Fue hace un mes, cuando presentó los resultados de su empresa, uno de los dos mayores fabricantes de juguetes del planeta. Destacó a la icónica rubia -y a la amplia variedad étnica que sumó en los últimos años- como la protagonista de 2023, "año hito" (dixit) para la corporación. Muñeca más vendida de Mattel en el mundo -superó, por ejemplo, a Elsa, estrella de Frozen, una de sus licencias de Disney-, fue, también, el segundo juguete más exitoso de todo su portafolio.

Llevado a números: las ventas netas de Mattel subieron 16% en 2023, a u$s 1620,7 millones. Las de muñecas crecieron 29%, a u$s 763,1 millones, y las de autitos lo hicieron en un 18%, a u$s 475,1 millones. Correlación directa a lo ocurrido por franquicia. Los Hot Wheels aportaron u$s 417,5 millones, un 17% más que en 2022. Barbie avanzó 27%, a u$s 473,1 millones. Kreiz precisó que los ingresos relacionados con la película de Warner Bros., boom de taquilla en 2023, con casi u$s 1500 millones recaudados, ascendieron a u$s 125 millones.

En los Estados Unidos, las ventas de Mattel crecieron 32%, a u$s 865 millones. Las muñecas saltaron 52%, a u$s 341,5 millones. La franquicia Barbie se disparó 43%, a u$s 252,8 millones. El "fenómeno Barbie" fue global. Sin ir más lejos, en América latina, Mattel vendió por u$s 658 millones netos, un 11% más que en 2022 (2% en moneda corriente).

Sin embargo, en la Argentina, 2023 mostró una rareza: mientras la onda rosa llegaba a los cines locales -fue la película más vista del país, con 3,53 millones de espectadores-, Mattel ya se había ido. Por eso, en pleno furor (se estrenó en julio), costaba comprar muñecas. Si se las encontraba, eran versiones no oficiales. O, en el caso de las originales, se las pagaba muy por encima (al menos, tres veces) que en otros países, consignó El Cronista en ese entonces.

Ynon Kreiz, CEO de Mattel, celebró el impacto que tuvo la película de Barbie en los resultados de 2023.
Ynon Kreiz, CEO de Mattel, celebró el impacto que tuvo la película de Barbie en los resultados de 2023.

Las causas, las mismas que llevaron a que, a semanas de Qatar 2022, no se consiguieran botines de fútbol en la tierra de Messi: el cepo y el control de importaciones.

Esa receta es letal para una empresa como Mattel, cuyo negocio se resume a cobrar regalías en el exterior por la venta de sus productos (fabricados, mayoritariamente, también fuera del país). Con el chiche roto, Mattel cerró su filial y dejó que sea otro -en su caso, distribuidores- quien asuma el riesgo local. Abrió la huella que siguió Hasbro, su gran rival mundial.

Mattel completó la liquidación de su filial argentina en el último trimestre de 2022. Cuantificó la pérdida final de esa decisión: u$s 45,4 millones. La última cifra de una historia más teñida de rojo que de rosa.