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Millones de personas optan por las infusiones para comenzar el día. Sin embargo, hay una de ellas que esconde un beneficio fantástico para mejorar la salud, según advierten expertos de Harvard.

Según el Howard E. LeWine, editor médico jefe de Harvard Health Publishing, tanto el café como el té pueden formar parte de una rutina saludable, aunque sus efectos en el organismo no son idénticos. La clave está en la cafeína, un estimulante natural presente en ambas infusiones.

¿Es mejor el té o el café? Fuente: Shutterstock
¿Es mejor el té o el café? Fuente: Shutterstock

En cantidades moderadas, este compuesto favorece la concentración, eleva el estado de alerta, mejora el rendimiento físico y ayuda a combatir la fatiga al activar las glándulas suprarrenales y aumentar la energía metabólica.

¿Cómo puedo aumentar la energía en mi cuerpo?

El café, con mayor nivel de cafeína que el té, suele ser la elección de quienes necesitan un impulso energético inmediato. Estudios recientes sugieren que consumirlo con moderación puede reducir el riesgo de enfermedades como el Parkinson y la diabetes tipo 2. No obstante, en exceso puede provocar:

  1. Insomnio
  2. Nerviosismo
  3. Ansiedad

¿Cuándo se recomienda tomar té?

El té se destaca por su riqueza en antioxidantes. El verde, en particular, contiene catequinas que protegen a las células del daño oxidativo y se asocian con menor incidencia de enfermedades crónicas.

Al tener menos cafeína que el café, resulta más suave para quienes son sensibles a los estimulantes. Además, investigaciones lo relacionan con beneficios cardiovasculares, como la reducción de la presión arterial y una mejor salud del corazón.

¿Cuál es mejor el té o el café?

En cuanto a la digestión, el café estimula el tránsito intestinal, mientras que el té -sobre todo en sus variantes herbales- ayuda a aliviar molestias como hinchazón o malestar estomacal.

La preparación también marca la diferencia: un café negro sin azúcar no tiene el mismo efecto que uno cargado de crema y edulcorantes, al igual que un té puro ofrece más ventajas que uno endulzado o acompañado de leche.

En definitiva, ni el café ni el té son mejores de forma absoluta. La elección depende de los hábitos y de la respuesta del organismo de cada persona.

Quienes buscan un efecto rápido suelen inclinarse por el café, mientras que quienes priorizan los antioxidantes y la suavidad prefieren el té. Lo fundamental, como señala Harvard, es disfrutarlos con moderación dentro de una alimentación equilibrada.