En esta noticia

Pese a un contexto de volatilidad global y factores de incertidumbre, así como la retórica comercial y arancelaria de Donald Trump, el riesgo país de México se mantiene en mínimos observados en 2024, apoyado en la solidez de los mercados financieros locales, su posición estratégica dentro de las cadenas de valor de América del Norte, de acuerdo con analistas.

Los Credit Default Swap (CDS) a cinco años, el instrumento más utilizado para medir el riesgo soberano, se mantienen en torno a los 90 puntos base, niveles mínimos vistos durante la primera mitad de 2024, según datos de Investing.

Entre 2017 y 2025, este indicador osciló entre 71.8 y 309.9 puntos base, reflejando los cambios en la percepción del riesgo crediticio del país.

James Salazar, subdirector de Análisis Económico en Kapital Grupo Financiero, explicó que los niveles actuales responden a una combinación de factores estructurales, como la menor dependencia del financiamiento en dólares, la profundidad del mercado financiero local y una menor exposición a choques cambiarios.

“Hoy el CDS refleja esta relativa solidez y, además, México está bien posicionado en las cadenas globales de valor, particularmente en el proceso de nearshoring

mencionó Salazar.

México un socio clave

Luego de las decisiones del presidente estadounidense, Donald Trump, de imponer aranceles a algunos socios comerciales, el mercado mantiene la expectativa de que México conserve una posición estratégica para Estados Unidos, no solo por su ubicación geográfica, sino por su integración productiva.

Analistas destacan que las exportaciones mexicanas no se han visto afectadas de manera significativa y, por el contrario, continúan creciendo.

“México es de los pocos países que ha mostrado que sus exportaciones no cayeron; al contrario, aumentaron. Además, no vende bienes finales a Estados Unidos, sino que produce junto con él, lo que marca una diferencia clave frente a China”, explicó José Ramón de la Rosa, subdirector de Análisis Económico en Actinver.

El CDS funciona como un seguro contra el incumplimiento del pago de la deuda soberana y representa la prima que los inversionistas están dispuestos a pagar para cubrirse del riesgo crediticio, de acuerdo con Monex.

Desde Actinver consideran que, aun si no se alcanza un acuerdo en la revisión del T-MEC prevista para 2026, este podría concretarse un año después, manteniendo a México y Estados Unidos como socios estratégicos.

De acuerdo con datos del Inegi, al cierre de noviembre las exportaciones crecieron 7.9% interanual, mientras que las importaciones avanzaron 5.2%.

Pemex y su impacto en la percepción de riesgo

En paralelo, el Plan Estratégico de Pemex 2025-2035, orientado a fortalecer la viabilidad financiera de la petrolera y reducir gradualmente el apoyo directo del Gobierno, apunta a mejorar su perfil crediticio ante los inversionistas.

Pemex sigue siendo un actor relevante para la economía mexicana, aunque su elevado endeudamiento continúa siendo un foco de atención. Al cierre del tercer trimestre de 2025, la deuda de la empresa superó los US$100.000 millones, además de registrar una pérdida neta cercana a los US$3.000 millones, según su reporte financiero.

Para Actinver, las medidas adoptadas por el gobierno de Claudia Sheinbaum han sido clave para mejorar la percepción del mercado.

“Se avanzó con planes de apoyo y financiamiento de más largo plazo, lo que se reflejó en mejoras en las calificaciones crediticias de Pemex. Hoy está a un paso de recuperar el grado de inversión”, concluyó De la Rosa.

Todos estos elementos también se reflejan en los máximos históricos del Índice de Precios y Cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores y en la estabilidad del peso mexicano, de acuerdo con los analistas.