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En 1930,Estados Unidos aprobó una ley que subió fuertemente los impuestos a productos extranjeros. El objetivo era claro: proteger su industria y sus empleos. Pero el resultado fue todo lo contrario: el comercio mundial se desplomó y comenzó una crisis global.
México: un país dependiente que sufrió el golpe de inmediato
En aquel entonces, México vivía de exportar petróleo, plata y materias primas a su vecino del norte.
Cuando EE.UU. cerró sus puertas, las exportaciones mexicanas cayeron un tercio y la economía entró en una profunda recesión. Entre 1929 y 1932, el PIB mexicano cayó más de 20%.
La crisis obligó a cambiar el modelo económico
El golpe fue tan fuerte que México tuvo que dejar atrás su política económica tradicional. Sedevaluó el peso, se impulsó la industria nacional y comenzó una estrategia de producir internamente lo que antes se importaba. Así nació un modelo industrial que duraría décadas.
El comercio no es el enemigo: lo es la falta de reglas claras
La crisis de los 30 dejó una enseñanza mundial: el proteccionismo extremo perjudica más de lo que protege. Por eso, después de la Segunda Guerra Mundial, nacieron acuerdos como el GATT y la Organización Mundial del Comercio (OMC), pensados para evitar que se repita una guerra de aranceles sin control.

¿Podría repetirse un escenario así?
Hoy, el mundo enfrenta nuevas tensiones comerciales. Hay discursos que promueven cerrar fronteras o priorizar lo nacional a toda costa. Pero la historia demuestra que cuando los paísesse aíslan, todos pierden.
Una lección para el presente
México aprendió que las crisis externas pueden ser devastadoras, pero también pueden ser oportunidades para reinventarse.
Aún así, lo ideal es prevenir antes que corregir. Apostar por el comercio justo y con reglas claras sigue siendo la mejor protección contra una nueva gran crisis.


