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La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) emitió un comunicado sobre la evolución de la Anomalía Magnética del Atlántico Sur (AMAS), un fenómeno geomagnético que representa desafíos significativos para la infraestructura tecnológica y los sistemas satelitales en Argentina.

La AMAS, un debilitamiento del campo magnético terrestre, podría afectar satélites y redes tecnológicas en Argentina. Fuente: Shutterstock.
La AMAS, un debilitamiento del campo magnético terrestre, podría afectar satélites y redes tecnológicas en Argentina. Fuente: Shutterstock.

¿Qué es la Anomalía Magnética del Atlántico Sur?

La Anomalía Magnética del Atlántico Sur (AMAS) constituye una región del espacio cercano a la Tierra donde la intensidad del campo magnético terrestre presenta valores considerablemente inferiores a los observados en otras latitudes.

Este debilitamiento localizado facilita la penetración de partículas solares y radiación cósmica de alta energía hacia capas más bajas de la atmósfera, generando vulnerabilidades en sistemas tecnológicos críticos.

Origen y evolución del fenómeno

El origen de esta anomalía se encuentra en la dinámica del núcleo terrestre, compuesto principalmente por hierro y níquel fundido. El movimiento convectivo de estos materiales genera el campo magnético planetario mediante un proceso conocido como geodinamo. Las irregularidades en este proceso provocan una reducción localizada de la intensidad magnética sobre el Atlántico Sur.

Identificada por primera vez en la década de 1950, la AMAS experimentó un desplazamiento gradual hacia el oeste.

Actualmente, su área de influencia abarca extensas regiones de Argentina, Brasil, Bolivia y Paraguay, situando a estos territorios en una zona de particular vulnerabilidad geomagnética.

¿Cómo podría afectar a Argentina?

La posición geográfica de Argentina dentro de la zona de máxima afectación de la AMAS plantea diversos desafíos para la infraestructura tecnológica nacional:

  • Sistemas de comunicación. Las redes de telefonía móvil y comunicaciones satelitales podrían experimentar interrupciones intermitentes debido a la mayor incidencia de partículas energéticas sobre los sistemas electrónicos.
  • Navegación por satélite. Los sistemas de posicionamiento global (GPS) y otros servicios de geolocalización pueden presentar degradación en su precisión, afectando desde aplicaciones civiles hasta operaciones logísticas críticas.
  • Infraestructura satelital. Los satélites que orbitan a través de esta región enfrentan riesgos elevados de daños en sus componentes electrónicos, reducción en su vida útil operativa y necesidad de maniobras evasivas que consumen combustible.
  • Aviación comercial. Las aeronaves que atraviesan la zona de la AMAS, particularmente en rutas transoceánicas, pueden experimentar dificultades en sistemas de navegación y comunicación, requiriendo protocolos especiales de contingencia.
  • Actividad científica. Las mediciones espaciales y observaciones astronómicas realizadas desde territorio argentino pueden verse afectadas por niveles anómalos de radiación, comprometiendo la precisión de datos experimentales.
AMAS: cómo la anomalía geomagnética del Atlántico Sur afecta a Argentina. Fuente: Shutterstock.
AMAS: cómo la anomalía geomagnética del Atlántico Sur afecta a Argentina. Fuente: Shutterstock.

Respuesta científica y medidas preventivas

La comunidad científica internacional mantiene un monitoreo continuo de la evolución de la AMAS mediante redes de observación terrestre y satelital. En Argentina, instituciones como la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) trabajan en coordinación con organismos internacionales para evaluar el impacto del fenómeno y desarrollar estrategias de mitigación.

Las medidas preventivas incluyen el diseño de satélites con blindaje reforzado contra radiación, la implementación de protocolos de contingencia para sistemas críticos de comunicación y navegación, y el desarrollo de modelos predictivos que permitan anticipar períodos de mayor vulnerabilidad.