

Un reciente hallazgo podría revolucionar la fertilidad y la anticoncepción masculina, ofreciendo métodos no hormonales, reversibles y más seguros.
Científicos estadounidenses identificaron un "interruptor" que regula la energía de los espermatozoides, abriendo nuevas posibilidades para tratamientos de infertilidad y control de la natalidad.
La investigación de Melanie Balbach en la Universidad Estatal de Michigan reveló cómo los espermatozoides pasan de un estado de reposo a máxima actividad en segundos, un proceso que demanda gran cantidad de energía.
Los científicos identificaron las enzimas clave que controlan este mecanismo, un hallazgo que podría transformar el desarrollo de anticonceptivos masculinos.
Cómo producen energía los espermatozoides para la fertilización
Durante su recorrido hacia el óvulo, los espermatozoides deben aumentar su velocidad y fuerza, un proceso que requiere gran cantidad de energía.

Investigadores de MSU, en colaboración con Memorial Sloan Kettering y el Instituto Van Andel, analizaron cómo la glucosa se transforma en energía dentro de estas células. Identificaron que la enzima aldolasa actúa como catalizador principal, mientras otras enzimas regulan el flujo energético como "semáforos" moleculares.
Gracias a técnicas avanzadas, los científicos lograron reconstruir el proceso completo, ofreciendo un panorama detallado del metabolismo celular y de cómo los espermatozoides satisfacen sus demandas energéticas durante la fertilización.
Una evolución en los anticonceptivos masculinos
Bloquear la energía de los espermatozoides sin alterar hormonas podría permitir anticonceptivos masculinos no hormonales y reversibles. Estudios previos en animales mostraron que inhibir ciertas enzimas generaba infertilidad temporal sin efectos secundarios.
La identificación de la aldolasa y otras enzimas clave podría permitir diseñar inhibidores que detengan la fertilización de manera segura y reversible.
Este enfoque basado en el metabolismo celular representa un cambio frente a los métodos tradicionales, y los próximos pasos incluyen probar su eficacia y seguridad en humanos.
Nuevos avances para tratar la infertilidad masculina
Balbach y su equipo investigan cómo los espermatozoides utilizan distintas fuentes de energía, como glucosa y fructosa. Estos hallazgos podrían mejorar los tratamientos de fertilización asistida y aumentar las tasas de éxito en laboratorio.
Este enfoque molecular ofrece una vía más precisa para diagnosticar y tratar casos de infertilidad, abriendo la puerta a soluciones personalizadas y menos invasivas.




