

México mantiene uno de los consumos más altos de refresco en el mundo, con un promedio anual de 163 litros por persona. Autoridades gubernamentales y sanitarias como lo son el Gobierno de México y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, ISSSTE, advirtieron que esta práctica cotidiana representa un riesgo acumulado para la salud pública.
El Gobierno de México explicó que el alto contenido de azúcar, sodio y calorías en bebidas azucaradas como la cola genera dependencia al sabor dulce y favorece enfermedades crónicas que impactan directamente en la calidad y esperanza de vida.

El ingrediente que encendió las alertas
Las bebidas azucaradas contienen grandes cantidades de azúcares añadidos que alteran el metabolismo y elevan la glucosa en sangre, aumentando el riesgo de diabetes tipo 2 y obesidad desde edades tempranas.
El consumo diario también se asocia con inflamación crónica, lo que debilita el sistema inmune y favorece complicaciones cardiovasculares, como hipertensión e infartos, de acuerdo con advertencias oficiales recientes. Entre los principales riesgos señalados se encuentran:
- Obesidad
- Diabetes tipo 2
- Hipertensión
- Infarto
- Inflamación crónica que debilita tu sistema inmune
- Enfermedades bucales
Llamado oficial del Gobierno de México a cambiar hábitos
Ante este panorama, las autoridades recomendaron disminuir gradualmente la cantidad y frecuencia de consumo de refrescos y bebidas azucaradas, evitando sustituciones abruptas que dificulten la adherencia a hábitos más saludables.
El mensaje enfatiza que pequeños cambios sostenidos generan beneficios reales, como preferir agua simple, infusiones sin azúcar o bebidas naturales sin endulzantes añadidos en la vida diaria.
El Gobierno federal insistió en que nunca es tarde para comenzar a cuidarse y recordó que reducir bebidas azucaradas ayuda a prevenir enfermedades bucales, infecciones y complicaciones graves en personas con padecimientos crónicos.




