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En un escenario global donde las tensiones militares entre grandes potencias alcanzan niveles no vistos desde la Guerra Fría, Estados Unidos desplegó su carta más poderosa: el USS Gerald R. Ford.

Este superportaaviones no es simplemente el buque de guerra más avanzado jamás construido, sino una verdadera fortaleza flotante capaz de proyectar un poder militar devastador a cualquier rincón del planeta en cuestión de horas.

MientrasChina yRusiamodernizan aceleradamente sus flotas y desarrollan misiles hipersónicos diseñados específicamente para hundir portaaviones, el USS Gerald R. Ford aparece como la respuesta contundente del país norteamericano para mantener su hegemonía naval indiscutible en todos los océanos del mundo.

Su capacidad para lanzar más de 270 misiones de combate diarias con su flota de cazas de última generación lo convierte en una plataforma ofensiva sin precedentes en la historia militar moderna.

USS Gerald R. Ford: la vanguardia del poder naval estadounidense en una era de crecientes tensiones. Fuente: Wikimedia.
USS Gerald R. Ford: la vanguardia del poder naval estadounidense en una era de crecientes tensiones. Fuente: Wikimedia.MC2 Jackson Adkins

El gigante tecnológico que revoluciona el poder naval

El USS Gerald R. Ford representa un salto generacional en la tecnología militar naval. Con sus impresionantes 1,092 pies de longitud y 252 pies de ancho, este coloso de los mares no es solo un barco grande con una pista de aterrizaje. Es una obra maestra de ingeniería diseñada para proyectar poder a cualquier rincón del planeta.

A diferencia de sus predecesores de la clase Nimitz, incorpora innovaciones tecnológicas revolucionarias. La más destacada es el Sistema de Lanzamiento Electromagnético de Aeronaves (EMALS), que utiliza campos magnéticos en lugar de vapor para catapultar aviones desde la cubierta. Este sistema no solo proporciona un despegue más suave, reduciendo el desgaste de pilotos y aeronaves, sino que también es más rápido, lanzando aviones cada 45 segundos.

El portaaviones cuenta además con el nuevo sistema de radar multifunción AN/SPY-3, diseñado para detectar misiles crucero antinavío a baja altura, un avanzado sistema de detención de aeronaves (AAG), y nuevos elevadores de armamento que transportan rápidamente las armas desde las profundidades del barco hasta las aeronaves en espera.

Un arsenal volador que domina aire, mar y tierra

El verdadero poder del USS Gerald R. Ford reside en su ala aérea, compuesta por más de 70 aeronaves de ala fija, rotores basculantes y helicópteros. Su flota incluye escuadrones de cazas F/A-18E Super Hornet de un solo asiento y F/A-18F Super Hornet de dos asientos, todos igualmente capaces en roles de combate aire-aire y aire-tierra.

Los Super Hornet del Ford pueden portar hasta nueve misiles aire-aire simultáneamente, más que cualquier otro avión de combate estadounidense. En 2024, la Marina apodó oficialmente "Murder Hornet" (Avispón Asesino) a un Super Hornet armado con cuatro misiles AIM-9X y cinco misiles AIM-120 AMRAAM.

La Marina también está probando sus primeros misiles aire-aire nuevos en cuarenta años: el AIM-260 y el AIM-174B, este último con un alcance de más de 320 kilómetros, el doble que los misiles anteriores. Estas armas permitirán a los cazas de la Marina de Estados Unidos atacar a los aviones chinos y rusos a distancias extremas.

Contra objetivos terrestres y marítimos, los Super Hornet pueden desplegar una multitud de bombas y misiles, incluyendo el nuevo misil antibuque AGM-158C, que utiliza inteligencia artificial para detectar, clasificar y evadir las defensas enemigas.

Ante la amenaza hipersónica, Estados Unidos despliega su as bajo la manga naval. Fuente: Wikimedia.
Ante la amenaza hipersónica, Estados Unidos despliega su as bajo la manga naval. Fuente: Wikimedia.

Indestructible: diseñado para sobrevivir a lo impensable

En el verano de 2021, la Marina de los Estados Unidos hizo lo impensable: atacó uno de sus propios buques de guerra. Sometió el USS Gerald R. Ford a una serie de explosiones submarinas, culminando con una carga de 18,000 kilos de TNT golpeando el casco del barco. Las pruebas estaban diseñadas para garantizar que pudiera proteger a su tripulación de 5,000 marineros.

El USS Gerald R. Ford sobrevivió a estas pruebas con solo daños superficiales, demostrando que este enorme barco puede soportar un impacto cercano de un arma grande como el misil balístico antibuque DF-21 de China y aun así continuar con las operaciones de vuelo.

Con su tamaño, potencia, tripulación y masiva ala aérea, puede realizar ataques aéreos contra objetivos fuertemente defendidos un día, repeler un complejo ataque aire-mar-submarino al siguiente, y rescatar a civiles de un desastre natural al día siguiente. Es el arma más versátil jamás creada, y no hay nada igual en el mundo.