Carlos Slim Helú es ampliamente conocido por su influencia en el sector de las telecomunicaciones, la construcción y las finanzas. Sin embargo, una de sus primeras inversiones estuvo en la embotelladora Jarritos del Sur, en Cuernavaca, Morelos, un dato que casi nadie conoce y que fue la piedra angular de suimperio empresarial.

La adquisición de Jarritos del Sur fue mostró su capacidad para identificar capacidades de negocio desde temprana edad.

Carlos Slim: su historia en Jarritos del Sur

En 1965, cuando apenas comenzaba su carrera en los negocios, Slim adquirió la embotelladora Jarritos del Sur. La empresa, dedicada a la producción y distribución de refrescos, formó parte de su estrategia empresarial inicial, que abarcó desde mediados de los años 60 a 1981.

En esos años, además de invertir en la industria refresquera, Slim fundó Inversora Bursátil, que luego se transformaría en Grupo Financiero Inbursa, y creó Inmobiliaria Carso, cuyo nombre proviene de la combinación de su nombre y el de su esposa, Soumaya Domit Gemayel.

Si bien Slim nunca ha revelado detalles sobre su salida del negocio embotellador, su trayectoria demuestra que la diversificación ha sido una de sus principales estrategias. A través de los años, ha consolidado un conglomerado empresarial que abarca diversas industrias, con presencia en varios países.

Carlos Slim y el legado de la embotelladora

Desde 1983, la marca Jarritos es operada por Embotelladora Mexicana, que forma parte de Consorcio AGA. Aunque la empresa ya no pertenece al imperio de Slim, es una de las marcas de refrescos más representativas del país.

Aunque su principal reconocimiento proviene de otros sectores, su paso por la industria de bebidas forma parte de su legado empresarial y es considerado el primer paso en el camino de su emporio de negocios.