

El azufre es un elemento químico que se encuentra de forma abundante en la naturaleza, tanto en su estado elemental como formando parte de diferentes compuestos.
Se puede hallar en zonas volcánicas, aguas termales, minerales, yacimientos de petróleo y gas natural. A pesar de su abundancia en la Tierra, los astrónomos no tenían claro cómo y dónde se distribuía el azufre entre las estrellas.
Sin embargo, esta incógnita comenzó a resolverse gracias a un hallazgo extraordinario. Por primera vez, se detectó azufre interestelar tanto en forma gaseosa como en forma sólida, directamente y en la misma línea de visión.

El descubrimiento que cambia todo lo que sabemos sobre el azufre
En el espacio interestelar, el azufre no tenía una presencia clara. En regiones de poca densidad, se detectaba como gas a través de observaciones con ultravioleta, pero en zonas con mayor densidad, desaparecía del radar.
Durante décadas, esta característica fue atribuida a un fenómeno conocido como "depleción", donde el azufre se condensa y se incorpora a granos de polvo, volviéndose invisible.
El problema es que, hasta ahora, no se había observado de forma directa esta forma sólida. Como explica el artículo publicado en Publications of the Astronomical Society of Japan, "esta es la primera vez que se demuestra la detección con alta señal del azufre atómico interestelar en su línea de absorción SII K".
Cómo es la tecnología que desafió los obstáculos y permitió su observación
El descubrimiento fue posible gracias a la recolección de datos obtenidos por la misión japonesa XRISM, especializada en espectroscopía de rayos X. Así, los científicos observaron el sistema binario GX 340+0, situado a unos 11,000 parsecs, en el otro extremo del disco de la Vía Láctea.
Esta técnica permitió no solo detectar la línea K del azufre ionizado (SII) en gas, sino también registrar una absorción extra que encaja con la presencia de azufre en forma sólida, mezclado probablemente con hierro.
Detectar lo invisible: azufre en estado gaseoso y en forma sólida
Uno de los avances más destacados fue la detección directa de azufre tanto en su forma gaseosa como sólida en el medio interestelar. Para lograrlo, los científicos analizaron distintos modelos de absorción espectral, algunos que incluían compuestos de polvo y otros que no, y evaluaron los resultados.
El modelo que mejor se ajustó a las observaciones combinaba azufre ionizado (SII) con minerales sólidos como la troilita o la pirrotina. Gracias a este enfoque, se logró estimar que aproximadamente el 40% del azufre, con un margen de error del 15%, está atrapado en partículas de polvo y no se encuentra en forma gaseosa. Esta cifra coincide con estimaciones previas obtenidas por métodos indirectos, aunque esta es la primera vez que se logra una medición directa.

Los expertos también comprobaron que esta señal no proviene de fenómenos internos del sistema binario, sino que realmente se origina en el medio interestelar. La línea de absorción fue identificada en diferentes etapas del sistema y, además, detectada en otro objeto celeste, el 4U 1630-472, lo que refuerza la idea de su origen más allá de las estrellas observadas.
Entender la distribución y el estado del azufre en el espacio tiene implicancias que van más allá de la simple química interestelar. Este elemento es clave en los procesos de formación de planetas y cometas, y su presencia en forma sólida puede incidir en los mecanismos de acreción que dan origen a cuerpos rocosos.




