

La idea de acceder a una jubilación en Estados Unidos es una inquietud central para muchos inmigrantes, en particular para los ciudadanos mexicanos que desarrollaron su trayectoria laboral en ese país.
Sin embargo, más allá de lo atractivo que pueda resultar el anuncio, es clave aclarar que no se trata de un derecho automático ni generalizado. El acceso a este ingreso está condicionado al cumplimiento de requisitos concretos fijados por la Administración del Seguro Social (SSA).
El monto máximo cercano a los 5.000 dólares mensuales corresponde a un escenario muy específico: la jubilación diferida. Este beneficio está reservado únicamente para quienes decidan solicitar su pensión a los 70 años en 2025 y, además, hayan percibido durante toda su vida laboral —desde aproximadamente los 22 años hasta el momento del retiro— el salario máximo sujeto a impuestos cada año.
Se trata, por lo tanto, de un límite superior teórico, ya que en la práctica la mayoría de los jubilados recibe sumas significativamente más bajas, determinadas por la cantidad de años trabajados y el nivel de las contribuciones realizadas.

Sin estatus legal, no hay jubilación: el requisito clave que excluye a miles de migrantes en EE.UU
Para acceder a cualquier prestación del Seguro Social —incluida la jubilación— es indispensable contar con un estatus migratorio legal que autorice a residir y trabajar en Estados Unidos.
Este punto es determinante y deja fuera del sistema a miles de migrantes que, pese a haber contribuido de alguna forma, no cumplen con las condiciones exigidas por la ley.
Los trabajadores indocumentados no son elegibles para recibir una pensión del Seguro Social, incluso en los casos en los que hayan pagado impuestos mediante un Número de Identificación del Contribuyente (ITIN). Aunque esas contribuciones fiscales son válidas a efectos tributarios, no generan derechos previsionales.
Por esta razón, resulta fundamental disponer de un estatus migratorio regular y de un número de Seguro Social válido. Solo así es posible acumular los créditos laborales requeridos por la Administración del Seguro Social, que son los que, a largo plazo, habilitan el acceso a una jubilación en Estados Unidos.

Cuántos años debes trabajar para jubilarte en EE.UU
Más allá del estatus migratorio, el sistema del Seguro Social de Estados Unidos establece requisitos claros para acceder a una pensión.
Según la Administración del Seguro Social (SSA), una persona debe haber acumulado por lo menos 40 créditos laborales, equivalentes a unos 10 años de trabajo, para ser elegible.
Una vez aceptado, el monto de la pensión se calcula en función de los ingresos promedio a lo largo de la vida laboral y de los impuestos pagados regularmente al Seguro Social.
En el caso de los trabajadores migrantes, incluidos los mexicanos que hayan laborado legalmente en Estados Unidos, también pueden acceder a la jubilación siempre que hayan cotizado bajo un número válido del Seguro Social.
Además, gracias a los acuerdos bilaterales entre ambos países, es posible sumar los periodos de cotización en México y Estados Unidos para cumplir con los requisitos mínimos, aunque los pagos se realizan únicamente por los años trabajados en territorio estadounidense.
¿65, 62 o 70 años? La edad exacta que define cuánto cobrarás
La edad mínima para recibir la jubilación del Seguro Social de Estados Unidos es de 62 años con beneficios reducidos, mientras que la edad plena de jubilación varía entre 66 y 67 años, dependiendo del año de nacimiento.
Quienes decidan aplazar la jubilación hasta los 70 años pueden recibir el monto máximo de su beneficio.
Para alcanzar pagos cercanos a los 5,000 dólares, el trabajador debería haber mantenido ingresos altos y constantes durante la mayor parte de su vida laboral y aplazado la jubilación hasta los 70 años.




