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En verano, encender el aire acondicionado parece la solución más rápida contra el calor, pero no siempre es inofensivo.

Un equipo sin limpieza ni revisiones puede convertirse en un foco de bacterias, hongos y sustancias nocivas que afectan a las vías respiratorias, aumentan las alergias e incluso transmiten enfermedades graves como la legionela.

Conocer los riesgos y aplicar un mantenimiento adecuado es clave para disfrutar de su frescor sin poner en riesgo la salud.

Lo que los expertos advierten sobre el uso del aire acondicionado en verano. Fuente: Shutterstock.
Lo que los expertos advierten sobre el uso del aire acondicionado en verano. Fuente: Shutterstock.

Efectos de un aire acondicionado sucio: enfermedades respiratorias, alergias y toxinas químicas

Según los expertos, cuando un aparato de aire acondicionado no recibe limpieza y revisión periódica, los filtros y conductos acumulan polvo, humedad y microorganismos. Esto favorece la circulación de partículas que deberían ser eliminadas, pero que acaban en el aire que respiramos.

Entre los peligros más graves, los especialistas señalan la presencia de la bacteriaLegionella Pneumophila, causante de la legionela, una infección similar a una neumonía severa que puede requerir hospitalización.

También es común la aparición de hongos como Aspergillus, Penicillium o Cladosporium, que pueden provocar complicaciones graves en personas con defensas bajas, llegando a afectar órganos como hígado, riñones o cerebro.

El riesgo no se limita a microorganismos vivos: aparatos defectuosos o con filtros saturados pueden liberar compuestos químicos como benceno, formaldehído o tolueno, todos ellos irritantes y potencialmente tóxicos para las vías respiratorias.

Microbios y químicos: el cóctel peligroso en un aire acondicionado sin mantenimiento. Fuente: Shutterstock.
Microbios y químicos: el cóctel peligroso en un aire acondicionado sin mantenimiento. Fuente: Shutterstock.simpson33

Cómo el aire acondicionado puede transmitir virus y agravar brotes

Los especialistas en salud pública también señalan que un climatizador sucio puede facilitar la propagación de virus.

Aunque muchas infecciones se transmiten por contacto directo, se documentaron casos en los que la circulación de aire contaminado en sistemas de climatización dispersó patógenos en lugares cerrados.

Un ejemplo es el brote ocurrido en una guardería de China, donde 20 niños contrajeron norovirus después de que el patógeno se dispersara desde una unidad de aire acondicionado instalada en un baño. Investigaciones posteriores confirmaron que el contagio se produjo por el aire, algo poco habitual en este virus, pero posible en sistemas mal mantenidos.

Además, la sequedad excesiva provocada por el uso prolongado del aire acondicionado puede irritar las mucosas nasales y de la garganta, debilitando la barrera natural que protege frente a bacterias, hongos y partículas virales.

Mantenimiento del aire acondicionado: las recomendaciones de los expertos para un uso seguro

La buena noticia, según los especialistas, es que un aire acondicionado bien cuidado no solo es seguro, sino que puede reducir la presencia de patógenos en el aire, incluidas bacterias y virus respiratorios como el SARS-CoV-2. Para lograrlo, recomiendan:

  • Limpieza regular de filtros: en hogares, cada 2 o 3 meses; en oficinas o locales con uso intensivo, con mayor frecuencia.
  • Desinfección de conductos: por lo menos una vez al año para eliminar acumulaciones de polvo y microorganismos.
  • Control de la humedad: mantenerla entre el 40% y el 60% para evitar la proliferación de hongos y proteger las mucosas.
  • Revisiones técnicas periódicas: comprobar el estado de ventiladores, bandejas de condensado y sellados para evitar filtraciones y acumulación de agua.