

El Senado de los Estados Unidos comenzará mañana el impeachment contra el expresidente Donald Trump por incitación a la insurrección en el marco del asalto al Capitolio. Trump es el tercer mandatario de la historia en ir a juicio político y el primero en ser enjuiciado dos veces.
Se espera que el proceso empiece con el debate sobre si el impeachment es constitucional o no, como alega la defensa de Trump, debido a que él ya no está en funciones. Hoy, el equipo legal del expresidente presentó ante el Senado un documento en el calificaron el proceso como un "teatro político" por parte de los demócratas con el objetivo de "silenciar a un rival político y una minoría partidaria". Los abogados buscan enmarcar el impeachment como un castigo de los demócratas contra Trump por ejercer su derecho a la libre expresión, establecido en la Primera Enmienda de la Constitución.
Rápidamente, los demócratas respondieron que "la Cámara de Representantes no aprobó el impeachment contra el presidente Trump porque expresó una opinión política impopular. Lo impugnó porque incitó voluntariamente a la insurrección violenta contra el gobierno".
El 6 de enero pasado, el Congreso debía certificar los votos de la elección presidencial, denunciada por Trump -aunque sin pruebas- como fraudulenta. Horas antes de que los legisladores comenzaran a sesionar, el expresidente encabezó una ‘Marcha para salvar a América' en La Elipse, el parque que se ubica en frente de la Casa Blanca y a pocas cuadras del Capitolio.
Allí, Trump instó a los miles de participantes (algunos vinculados a movimientos de derecha y supremacismo blanco) a "luchar porque sino ya no van a tener un país" y agregó: "Vamos a caminar hasta el Capitolio y vamos a animar a nuestros valientes senadores y congresistas. Y probablemente no vamos a animar tanto a algunos de ellos, porque nunca van a recuperar nuestro país con debilidad". Horas más tarde, una violenta turba irrumpió en el Capitolio en plena sesión. Cinco personas murieron durante los incidentes.
Los abogados de Trump también argumentan que es inconstitucional enjuiciar políticamente a un civil para impedirle ejercer un cargo público, uno de los principales objetivos de los demócratas.
Será interesante ver cuántos republicanos estarán a favor de la constitucionalidad del impeachment, aunque es improbable que eso se traduzca automáticamente en un voto condenatorio. Una vez resuelta esa cuestión, las partes -de un lado el grupo de nueve representantes demócratas que impulsan el juicio, del otro la defensa de Trump- tendrán 16 horas para exponer sus casos. Luego los senadores, que actúan como jurado, tendrán otras 16 horas para enviar sus preguntas.
Un factor clave es si se aceptarán o no testigos, por ahora el tema no está en la mesa. Si se incluyen testimonios, eso también deberá ser sometido a votación, lo que extendería los plazos del proceso. Los demócratas le pidieron a Trump que testifique en el impeachment, pero él se negó por considerarlo inconstitucional y "una estrategia de relaciones públicas".
No obstante, demócratas y republicanos coinciden en que quieren un juicio rápido: los demócratas necesitan avanzar en la agenda de gobierno del presidente Joe Biden y los republicanos quieren terminar con el tema Trump, pero será difícil que el expresidente termine condenado.
Se necesita una mayoría de dos tercios para condenar a Trump, por lo que los demócratas deberán convencer al menos a 17 republicanos. Como precedente, dos semanas atrás la Cámara Alta trató una moción para declarar la inconstitucionalidad del juicio político: 45 de los 50 republicanos votaron a favor, incluso el líder de la minoría, Mitch McConnell, que había responsabilizado a Trump por el asalto al Capitolio.
Pese a su salida del gobierno, Trump sigue ejerciendo una fuerte influencia en el partido republicano y muchos temen -incluso los que lo quieren afuera- que una condena podría envalentonarlo a él y a su base, y eventualmente sería contraproducente de cara al 2022 y el 2024.


