

Con un mundo donde las escaladas bélicas están a la orden del día, las principales potencias monitorean el estado armamentístico de sus rivales y actúan en consecuencia.
En las búsqueda de desalentar una posible Tercera Guerra Mundial, países con posiciones más conciliadoras -pero igualmente decisivas- y con una larga lista de antecedentes bélicos, empezaron a construir flotas para combatir contra futuras crisis globales.
El programa Fleet Solid Support (FSS) representa una inversión histórica de 1600 millones de libras (aproximadamente 1.860 millones de euros) que marca un hito en la modernización naval británica. La empresa española Navantia encabeza el consorcio internacional Team Resolute, junto a las británicas BMT y Harland & Wolff.
Este mega contrato incluye 3 buques logísticos militares de última generación con capacidad para abastecer destructores, fragatas y portaviones británicos. El proyecto generará 2000 empleos directos e indirectos en Reino Unido y los buques estarán operativos en 2032.
Tercera Guerra Mundial: cuál es la verdad detrás de la construcción de este buque
El plan original contemplaba el ensamblaje final en Belfast, pero la realidad obligó a un ajuste temporal. Donato Martínez, director ejecutivo de Navantia UK, explicó al Financial Times que "las instalaciones de Belfast no estaban listas", lo que motivó trasladar parte del trabajo del primer barco a los astilleros españoles de Cádiz.

La compañía invertirá 115 millones de libras en la modernización de las instalaciones de Harland & Wolff en Belfast, Appledore, Methil y Arnish. La empresa española ya construyó una barcaza de transporte en Escocia valorada en 8 millones de libras.
Impacto geopolítico y económico del proyecto
Este contrato naval trasciende lo meramente comercial y se inscribe en el contexto de fortalecimiento de capacidades defensivas en un escenario internacional cada vez más tenso.
El ministro británico de Comercio y Empresas, Jonathan Reynolds, calificó la operación como "una inversión estratégica que fortalece nuestras capacidades soberanas".
El proyecto busca desarrollar capacidades industriales locales, competir en futuras licitaciones británicas y generar empleo de alta calificación a través de la transferencia tecnológica entre España y Reino Unido.
¿Preparativos para un conflicto mayor?
La magnitud de esta inversión naval, junto al contexto geopolítico actual, plantea interrogantes sobre los preparativos defensivos británicos. Los buques FSS están diseñados para:
- Apoyo logístico en operaciones prolongadas.
- Abastecimiento de flotas en aguas internacionales.
- Mantenimiento de capacidad operativa en escenarios de conflicto.
- Refuerzo de la proyección naval británica.

Cronograma y próximos pasos para el Reino Unido
El ajuste temporal hacia España generó preocupación en Irlanda del Norte, donde la adjudicación inicial ya había sido controversial al imponerse sobre ofertas exclusivamente británicas.
Sin embargo, el Ministerio de Defensa británico mantiene que "la estrategia de construcción y el reparto del trabajo permanecen sin cambios".


