

Un reciente descubrimiento científico podría revolucionar el tratamiento que hoy se le da a la artritis.
Se trata de un avance que representa una alternativa prometedora para millones de personas. Es que, la osteoartritis afecta a una de cada cuatro personas mayores de 40 años y causa una discapacidadprogresiva que limita la calidad de vida.
Un equipo de científicos de la Universidad de Utah realizó una investigación que demuestra que modificar la forma de caminar alivia el dolor tanto como los medicamentos tradicionales, pero sin efectos secundarios.
El descubrimiento que podría cambiar por completo el tratamiento de la artritis
Esta reeducación de la marcha se basa, esencialmente, en ajustar el ángulo del pie durante la caminata. Los científicosmidieron con precisión cómo cada participante distribuía el peso corporal en sus rodillas y calcularon el ángulo óptimo para reducir la presión.
Además, durante las sesiones de entrenamiento, los pacientes recibieron vibraciones en la pierna inferior que les enseñaba a mantener el ángulo correcto.

"La idea de una intervención biomecánica no es nueva, pero no había estudios controlados con placebo que demostraran su efectividad", expresó Scott Uhlrich, profesor de ingeniería mecánica y líder del estudio.
Cada persona necesitaba un ángulo específico de acuerdo con su forma natural de caminar. Algunos participantes debían girar el pie hacia adentro, otros hacia afuera, con ajustes de 5 o 10 grados. Esta personalización marcó la diferencia con respecto a estudios anteriores que aplicaban la misma técnica a todos los pacientes.
Tecnología de avanzada y resultados prometedores
La precisión del método requirió tecnología avanzada. Cámaras de captura de movimiento registraron cada paso mientras los participantes caminaban sobre una cinta especial que medía la presión.
Los investigadores calculaban la carga exacta en cada rodilla y determinaron el mejor ajuste para cada individuo.
El ensayo clínico duró un año completo y dividió a 68 participantes en dos grupos. La mitad practicó la marcha modificada mientras la otra mitad recibió un tratamiento placebo que mantenía su forma natural de caminar.

Los pacientes que modificaron su marcha reportaron una reducción del dolor comparable a medicamentos como el ibuprofeno. "La disminución del dolor se ubicó entre lo que esperarías de un medicamento de venta libre, como el ibuprofeno, y un narcótico, como la oxicodona", destacó Uhlrich.
Las resonancias magnéticas revelaron, en este marco, datos aún más alentadores:
- Los participantes del grupo de intervención mostraron una degradación más lenta del cartílago en sus rodillas. Este descubrimiento sugiere que la técnica no solo alivia el dolor actual, sino que protege las articulaciones a largo plazo.
- De acuerdo a las observaciones, se notó que los participantes lograron mantener su nueva forma de caminar durante todo el año de seguimiento. La mayoría se mantuvo dentro de un margen de un grado respecto al ángulo prescrito, lo que demuestra la viabilidad del método en la vida cotidiana.






