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Existe la creencia popular de que el ejercicio tiene un impacto exclusivo en la salud física. Sin embargo, sus beneficios se extienden mucho más allá, afectando de manera significativamente positiva en la salud mental

En este aspecto, hay una técnica japonesa desafía la idea de que el ejercicio debe ser intenso y agotador para ser efectivo, ofreciendo una nueva perspectiva que busca reconectar el cuerpo con la mente mientras se realiza actividad física.

Cómo es la técnica japonesa para hacer el mejor ejercicio

Conocida como slow jogging, esta técnica creada por el profesor Hiroaki Tanaka de la Universidad de Fukuoka, se basa en el trote lento y consciente. Dicha práctica fomenta un ritmo suave que permite conversar e incluso sonreír durante el ejercicio, alejándose de la idea de que este debe ser agotador para ser efectivo.

Fuente: Archivo
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Más allá de su enfoque físico, el slow jogging invita a reflexionar sobre la conexión entre el cuerpo, la mente y las emociones. Se considera una forma de meditación en movimiento, similar al yoga, que no solo mejora la fuerza y flexibilidad del cuerpo, sino que también promueve el equilibrio mental y emocional.

Beneficios del slow jogging para el cuerpo y la conexión emocional

El especialista Martín Lombardo destaca que realizar actividades como el slow jogging no solo cuidan la salud física, sino que también fortalecen la conexión espiritual y emocional.

A pesar de ser un ejercicio lento, diversos estudios han demostrado que esta práctica genera un mayor gasto energético que caminar rápido, activando la lipasa, una enzima que descompone las reservas de grasa acumulada para convertirlas en energía.

Fuente: Archivo
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Además de promover la pérdida de peso saludable y sostenible en el tiempo, así como una reducción en el perímetro abdominal, el slow jogging aporta los siguientes beneficios:

  • Mejora la salud cardiovascular: esta técnica mantiene una frecuencia cardíaca alta, lo que permite quemar calorías con mayor facilidad y usar la grasa acumulada como fuente de energía.
  • Mejora la resistencia: al trotar a un ritmo lento, el cuerpo desarrolla una mayor resistencia muscular y fortalece el corazón y los pulmones.
  • Reduce el estrés: el slow jogging promueve la liberación de endorfinas, aliviando el estrés, la depresión y la ansiedad.
  • Reduce el riesgo de enfermedades: puede disminuir el riesgo de desarrollar enfermedades infecciosas respiratorias en un 50%.
  • Previene lesiones: este ejercicio cardiovascular de bajo impacto trabaja con cuidado las articulaciones, los músculos y los huesos.

¿Cuáles son los beneficios del slow jogging para la mente y el cuerpo?

El slow jogging consiste en mantener un ritmo cardíacosuave y estable para meditar y conectar con las emociones y el cuerpo, ya que si se acelera el ejercicio, se pierden los pensamientos.

Para realizarlo de forma adecuada, es esencial mantener un ritmo lento y constante a una velocidad de aproximadamente 180 pasos por minuto, apoyando la parte media del pie para aprovechar la amortiguación natural del arco.

Fuente: Archivo
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Para quienes tienen poco tiempo, se sugiere realizar sesiones de 10 minutos tres veces al día. Sin embargo, lo ideal es dedicar entre 30 y 60 minutos diarios a esta actividad.

El objetivo es mantener un estado relajado que permita meditar y disfrutar del ejercicio, logrando que se convierta en una experiencia placentera mientras se trota.

Combinar slow jogging y respiración para mejorar tu salud

Existe la posibilidad de combinar el slow jogging con técnicas de respiración consciente para potenciar sus beneficios. Esta práctica se adapta a diferentes niveles de condición física, permitiendo que más personas la incorporen en su rutina diaria.