

En esta noticia
Uno de los ingredientes más básicos en todas las cocinas es la lechuga. Valorada por su frescura y textura crujiente, esta verdura tiene una gran versatilidad y puede prepararse en ensaladas, sándwiches y platillos ligeros, pero su naturaleza delicada la convierte en un problema.
A pesar de todos los intentos, la lechuga siempre termina poniéndose fea en la heladera. Para reducir el desperdicio y mantener esta verdura fresca por más tiempo solo hay que seguir un sencillo paso a paso.
Truco para mantener la lechuga fresca: el paso a paso
- Lavá la lechuga y secala. Si la hoja queda húmeda, el deterioro es más rápido.
- Colocá las hojas secas entre servilletas.
- Guardá todo en una bolsa de plástico o en un tupper con ventilación.
- Almacenala en la heladera.
- Podés rehidratar la lechuga si empieza a marchitarse.

¿Por qué se pone fea la lechuga?
La lechuga es casi 95% agua, por lo que la deshidratación, la oxidación y el crecimiento de bacterias son factores muy recurrentes para esta verdura. La humedad excesiva, poca ventilación o un almacenamiento incorrecto pueden acelerar su deterioro.
Los errores más comunes que ponen fea la lechuga
- No la guardes sucia: tierra o restos orgánicos aceleran la descomposición.
- No la apiles con peso encima: el exceso de presión aplasta las hojas y las daña.
- No la dejes a temperatura ambiente: más de una hora fuera del refrigerador basta para que comience a marchitarse.



