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El regreso del Admiral Nakhimov, un crucero de 28.000 toneladas perteneciente a la clase Kírov, marca un hito en la historia naval rusa. Este buque se encontraba desde el año 2013 a la espera de recibir sus reactores nucleares para poder avanzar en su retorno al servicio.
El trasatlántico fue dado de baja en 1997 y permaneció amarrado en los astilleros de Severodvinsk durante casi tres décadas, hasta que en agosto de 2025 inició su fase de pruebas en el mar Blanco.
La modernización del Nakhimov comenzó oficialmente en 2014 y se convirtió en una de las reformas más extensas jamás realizadas en unbuque de combate.
Cómo se logró que el buque nuclear ruso vuelva a navegar luego de 30 años de silencio
Para lograr que el mítico buque esté operativo nuevamente se realizaron trabajos complejos. Fue así que se reemplazaron más de 5.000 sistemas, se instalaron 200 kilómetros de tuberías y 1.800 kilómetros de cableado
El resultado: un arsenal flotante con capacidad para lanzar misiles hipersónicos Zircon, Kalibr y Oniks, además de 96 celdas para misiles antiaéreos derivados del sistema S-400.

Este despliegue convierte al Nakhimov en el buque de superficie con mayor capacidad antiaérea del planeta.
Su combinación de propulsión nuclear, armamento de última generación y defensas avanzadas lo posiciona como pieza central de la Flota del Norte rusa, con capacidad para proyectar poder en el Ártico, el Atlántico Norte y más allá.

El Admiral Nakhimov vuelve al mar: por qué atemoriza a las potencias mundiales
El contexto internacional no es menor. El regreso del Nakhimov se produce en medio de una escalada de tensiones de Rusia con Estados Unidos, que recientemente desplegó submarinos nucleares cerca de aguas rusas
Analistas advierten que ningún país dispone hoy de un crucero equivalente en potencia de fuego, lo que obliga a la OTANa revisar sus planes de defensa naval y aérea.
Más allá de lo técnico, el retorno del Nakhimov es también un gesto político. En un escenario marcado por el deshielo ártico y la disputa por rutas comerciales, Rusia busca reafirmar su presencia con un buque de autonomía prácticamente ilimitada. La Armada rusa ya anticipó que el Nakhimov tendrá un rol activo en ejercicios internacionales y escolta de convoyes estratégicos.


