

Si bien en Argentina, la ley establece que todos los conductores deben circular con un seguro contratado para su auto, se confirmaron excepciones puntuales.
De esta manera, habrá personas que no necesitarán transitar con una cobertura que sirve como garantía ante un accidente que tengan consecuencias en otros autos o personas. Además, no podrán ser multados, dado que estarán actuando bajo el reglamento.
¿Qué dice la Ley Nacional de Tránsito sobre el seguro obligatorio en autos?
De acuerdo a la Ley Nacional de Tránsito 24.449, se impone que ningún vehículo tiene permitido circular sin haber contratado un seguro de responsabilidad civil. Esta póliza es esencial para cubrir los daños que el conductor pueda causar a terceros, ya sea en los bienes como en otras personas.

Si un conductor circular sin seguro es considerado una infracción grave, lo cual puede significar severas multas y hasta la retención del vehículo, imposibilitándole que siga con el viaje.
¿Qué autos pueden circular sin seguro?
A pesar de que la norma general está vigente, hay casos en que no será necesario llevar seguro, como por ejemplo:
- Vehículos oficiales: ciertos automóviles de entidades estatales pueden estar exentos, dado que poseen coberturas específicas o regímenes particulares.
- Vehículos en traslados especiales: los autos transportados en grúas o camiones, sin circular por sus propios medios, no necesitan seguro durante dicho traslado.
- Vehículos en pruebas o exhibiciones: en actividades autorizadas, como exposiciones o pruebas en circuitos cerrados, los automóviles pueden operar sin seguro obligatorio, siempre que no se desplacen por vías públicas.
¿Por qué sigue siendo obligatorio para la mayoría?
El seguro obligatorio es una herramienta indispensable para garantizar que, en caso de accidente, exista respaldo económico para afrontar los daños. Por eso, la gran mayoría de los vehículos que circulan por calles, rutas o autopistas deben contar con esta cobertura.
Si un control policial identifica que un vehículo transita sin seguro, puede proceder a la retención del automóvil, imponer sanciones económicas e incluso prohibir que el conductor prosiga su trayecto. Asimismo, en caso de un siniestro, el responsable deberá cubrir los daños causados mediante sus propios recursos.

