La inteligencia artificial cada vez avanza más en nuestras vidas y tiene la capacidad de crear casi cualquier cosa que una persona le solicite. Sólo hace falta darle el promp adecuado para que la máquina busque, compare, analice, desarrolle, describa, narre o cree lo que se desea.

Una de las preguntas que los usuarios suelen hacerle a las IA, como ChatGPT o Grok es cómo se verá tal país o ciudad dentro de unos años. Por eso, se le preguntó a la inteligencia artificial cómo vería Argentina dentro de unos 100 años y dio su respuesta.

El análisis de Grok se basó en "tendencias actuales, proyecciones científicas y factores históricos, manteniendo un enfoque crítico y fundamentado en fuentes verificables".

  1. Impacto del cambio climático:
    Argentina enfrenta desafíos significativos debido al cambio climático, según informes como el del Foro Económico Mundial y el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC). Para 2125, el aumento de las temperaturas globales (proyectado entre 1,5 °C y 4 °C, dependiendo de las medidas de mitigación) podría transformar regiones clave.
    • Pampas y agricultura: la región pampeana, núcleo de la producción agrícola argentina, podría sufrir sequías más frecuentes y prolongadas, como las observadas en 2023, que redujeron la cosecha de soja en un 50% (SIPRI, 2025). Sin embargo, avances en agricultura climáticamente inteligente (como cultivos resistentes a la sequía) podrían mantener a Argentina como un exportador agrícola, aunque con menor rendimiento.
    • Patagonia: el derretimiento de glaciares, como el Perito Moreno, podría alterar los ecosistemas patagónicos, afectando el turismo y la disponibilidad de agua dulce. Por otro lado, el calentamiento podría hacer que áreas del sur sean más habitables, atrayendo migración interna.
    • Buenos Aires y el Río de la Plata: el aumento del nivel del mar (proyectado entre 0,3 y 1,2 metros para 2100 por el IPCC) podría inundar zonas bajas de Buenos Aires, como Puerto Madero y partes de La Boca. La ciudad probablemente invertirá en infraestructura de defensa costera (diques, barreras) para protegerse, similar a lo que se observa en ciudades como Nueva York o Ámsterdam.
  2. Desarrollo urbano y tecnológico:
    Buenos Aires, como centro cultural y económico de Argentina, podría evolucionar hacia una megaciudad aún más densa, con una población metropolitana que hoy ya alcanza los 15 millones. En 2125, la ciudad podría integrar tecnologías avanzadas:
    • Urbanización inteligente: edificios con energía renovable, transporte autónomo (drones, vehículos eléctricos) y redes 6G o superiores para gestionar el tráfico y los servicios públicos.
    • Arquitectura: la mezcla de arquitectura europea clásica (como el Teatro Colón) con rascacielos futuristas podría definir el horizonte porteño. Sin embargo, los locales se lamentan la pérdida de arquitectura histórica por construcciones modernas "brutalistas", lo que sugiere que en 2125 podrían coexistir edificios históricos preservados con estructuras de vidrio y acero de alta tecnología.
    • Desigualdad urbana: la brecha social, visible hoy en barrios como Barrio Piedrabuena podría persistir si no se abordan las políticas de austeridad actuales. Zonas exclusivas como Puerto Madero podrían convertirse en enclaves fortificados, mientras que barrios periféricos podrían depender de economías informales, como el reciclaje.
  3. Economía y sociedad:
    • Economía: Argentina históricamente ha oscilado entre períodos de prosperidad y crisis. En 2125, su economía podría depender de la exportación de recursos tecnológicos (como litio para baterías) y alimentos procesados, pero la inflación crónica y la deuda externa podrían limitar el crecimiento si no se resuelven. La adopción de monedas digitales globales podría estabilizar la economía, reduciendo la dependencia del peso.
    • Demografía: la población podría estabilizarse o disminuir debido a tasas de natalidad bajas, un fenómeno ya observado en países desarrollados. La migración desde provincias y países vecinos podría continuar, consolidando a Buenos Aires como un crisol multicultural, con influencias europeas, latinoamericanas y, posiblemente, asiáticas debido a la creciente presencia china en la región.
    • Cultura: el tango, declarado patrimonio cultural por la UNESCO, probablemente seguirá siendo un símbolo cultural, pero podría evolucionar con influencias digitales (por ejemplo, espectáculos de realidad virtual). La tradición literaria de Buenos Aires, con su alta densidad de librerías, podría mantenerse, con bibliotecas digitales y hologramas reemplazando parcialmente los libros físicos.
  4. Geopolítica:
  5. Argentina podría fortalecer su rol en bloques regionales como el Mercosur, pero las tensiones globales (como las descritas por el International Crisis Group, 2025) podrían obligarla a navegar alianzas complejas entre potencias como China, EE.UU. y la Unión Europea.
  6. La memoria histórica, como lo ocurrido en la dictadura de 1976-198, podría influir en políticas de derechos humanos, con archivos desclasificados que sigan moldeando el discurso público.
  7. Además, habría reocupaciones sobre la desconexión entre Buenos Aires y el interior, con regiones como el norte controladas por elites locales. En 2125, esta fragmentación podría persistir o resolverse mediante una mayor descentralización política.

En cuánto a los visual, la IA imaginó cómo serían los lugares icónicos de Buenos Aires

  • Plaza de Mayo: la Pirámide de Mayo y la Casa Rosada podrían seguir siendo íconos, pero rodeados de rascacielos con paneles solares y jardines verticales. Drones de transporte y hologramas publicitarios podrían dominar el cielo, mientras que barreras contra inundaciones protegerían la plaza de las crecidas del Río de la Plata.
  • Puerto Madero: Este barrio, ya modernizado, podría convertirse en un centro tecnológico con edificios flotantes o elevados para adaptarse al aumento del nivel del mar. El Puente de la Mujer podría ser un monumento histórico, iluminado con luces LED interactivas.
  • Avenida 9 de Julio: la avenida más ancha del mundo podría albergar un sistema de transporte autónomo elevado, con el Obelisco rodeado de pantallas holográficas que proyecten eventos culturales o históricos.
  • Barrios periféricos: Áreas como La Boca podrían mantener su colorido cultural, pero con viviendas modulares y sostenibles para adaptarse a la densidad poblacional. La desigualdad podría reflejarse en contrastes entre zonas fortificadas y asentamientos informales tecnificados.