El 9 de julio el Gobierno deberá pagar unos u$s 4300 millones de vencimientos, unos u$s 2379 millones de capital y u$s 1228 millones de intereses de deuda que tiene con el mercado correspondientes a los bonares y globales. Se trata del mayor vencimiento que deberá afrontar este año y se esfuerza por dejar bien en claro una y otra vez que ya están los dólares para pagar.
Lo había dicho Luis Caputo en varias ocasiones, lo dijo Pablo Quirno hace poco en un evento del Banco Valo y quien lo hizo esta vez fue el integrante del equipo económico Felipe Núñez, a través de su red social X.
En respuesta a un artículo de un medio que señalaba que el Gobierno estaba en "tiempo de descuento" porque falta poco para que llegue la fecha de pago. "Tiempo de descuento ponen y el Tesoro ya cuenta con los dólares para hacer el pago", escribió Núñez, quien es director del BICE, en su posteo.
Cabe recordar que el Tesoro había informado que ya tenía depositados parte de los fondos en una cuenta en el exterior. Tiene u$s 3027 millones depositados y este miércoles sumará a la cuenta de reservas del Banco Central (BCRA) los más de u$s 1000 millones que obtuvo con la colocación del Bonte 2030 que realizó la semana pasada y que hoy comenzará a cotizar en el mercado.
Luego, esos dólares deberán girarse también a la cuenta del Bank of New York (BONY) para cancelar después la deuda. Le faltarían apenas unos u$s 300 millones que deberá BCRA o eventualmente puede llegar a hacer otra emisión como la del miércoles pasado.
El Bonte, la deuda y las reservas
El Gobierno quiere revertir la dificultad que enfrenta hoy para acceder en condiciones "razonables" a los mercados de deuda para renovar (rollover) los vencimientos de la deuda con privados que renegoció Martín Guzmán durante su gestión como ministro de Economía.
El acuerdo con el Fondo Monetario prevé que en el primer semestre del año que viene saldrá a colocar deuda por unos u$s 4000 millones, pero el Gobierno decidió adelantar esa fecha para mediados de 2025.
No hay país que pueda sostener un endeudamiento en el tiempo pagando los intereses junto al capital. Por eso los que tienen acceso a los mercados de deuda internacionales (o locales) pagan regularmente los intereses y cuando llega la fecha de vencimiento del capital se renueva el capital de la deuda.
El Bonte fue una primera señal del Gobierno de que estaba en ese camino ya que volvió a colocar un instrumento para inversores extranjeros después de unos siete años sin hacerlo.
Obtuvo unos u$s 1694 millones. Se trata de un título en pesos, pero a suscribir en dólares. "De esta manera, el mercado señala que, por ahora, confía en la sostenibilidad del esquema cambiario, pero por las dudas exigió un put como resguardo", señala un informe de la consultora Vectorial sobre este proceso.
El oficialismo lo festejó como una vuelta al mercado internacional de deuda, y, aunque varios analistas consideran que la tasa fue algo alta (29,5%), pero, con esto, el Gobierno se garantizó dólares para pagar los vencimientos de julio en un momento en el que no accede al mercado oficial de cambios.
Mercados internacionales, la esperanza
"En los mercados internacionales de deuda y, en menor medida, el RIGI reside la esperanza del equipo económico para hacer frente a la necesidad -cada vez más imperante- de hacerse de divisas para continuar estabilizando -a su modo- la economía", sostiene el informe de Vectorial.
El objetivo es compensar su decisión de no acceder al mercado oficial de cambios mientras el dólar no toque el piso de la banda. Los datos en materia cambiaria arrojan dudas acerca de la posibilidad de acumular reservas por el empeoramiento de las cuentas externas (déficits comerciales de bienes y servicios).
"Ayer medios locales señalaron, citando fuentes oficiales, que la revisión de metas con el Fondo Monetario (FMI) se postergaría del 13 de junio a fines de julio. Por ahora se trata de trascendidos sin confirmación oficial, pero la decisión apuntaría a ganar tiempo para cumplir con la meta de acumulación de reservas, actualmente la más exigente", indicó un reporte de la consultora Outlier.

Y advirtió que, a la espera de definiciones, "la dinámica de acumulación sigue enfrentando desafíos tanto por el lado de las compras como del endeudamiento".
Al respecto, observan que, aun con los u$s 1000 del BOTE 2030 y el adicional de lo que podría obtenerse de desembolsos de organismos multilaterales (unos u$s 1000 millones más) y el REPO y si se toman en cuenta los datos de reservas al 30-mayo, hay que sumar más de u$s 3000 millones para cumplir la meta que originalmente estaba prevista para el 13 de junio vía nuevas colocaciones de deuda y/o compras dentro de la banda.
Y, por otro lado, advierten que, si la fecha se pasa a fines de julio jugaran en contra los pagos de deuda hard dólar por unos u$s 4500 millones, que impactan en los depósitos del Gobierno, que superan los u$s 4000 millones y computan para la meta de reservas del acuerdo.




