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Si estás siguiendo el mercado cambiario pensando que la única historia relevante es la volatilidad del peso o los vaivenes de Brasil, te estás perdiendo lo más importante: Paraguay.
Mientras en la región peleamos contra la inflación o la incertidumbre política, Asunción festeja un cierre de año con una moneda que no para de fortalecerse.
El guaraní se coronó este 2025 como la divisa de mayor apreciación en toda Latinoamérica frente al dólar estadounidense. No es un dato menor: al cierre de este martes 16 de diciembre, la moneda paraguaya se había apreciado más de un 17% en lo que va del año, alcanzando niveles de fortaleza que no se veían desde junio de 2020, en plena pandemia.
¿Cómo logró Paraguay blindar su economía y qué podés aprender de este fenómeno si tenés inversiones o negocios en la región?
Un refugio de valor en el barrio
Para entender el fenómeno, hay que mirar el contexto global. Si bien el dólar ha mostrado debilidad a nivel mundial este año —producto de los recortes de tasas de la Reserva Federal (Fed)—, el mérito de Paraguay es haber capitalizado esa bajada mejor que nadie.
Mientras el peso mexicano y el colombiano muestran buenos números, el guaraní les sacó ventaja. Según analistas regionales, esto se debe a un cambio estructural. Ya no es solo un rebote; es la entrada masiva de dólares genuinos al país vecino.
Las cifras que explican el “boom”
Para que dimensiones el crecimiento, mirá las proyecciones que maneja la CEPAL para el cierre de 2025:
- Crecimiento del PBI: Se espera una expansión del 5,5% este año (el Banco Central del Paraguay es aún más optimista y habla de un 6%).
- Proyección 2026: El crecimiento se sostendría en un 4,5%.
- Inflación controlada: El Banco Central de Paraguay (BCP) mantiene la inflación anclada en torno al 4% anual, una cifra que para la realidad argentina suena a ciencia ficción.
Amílcar Ferreira, reconocido analista financiero en Asunción, destaca que la caída del tipo de cambio no es artificial. Responde a una oleada de inversiones extranjeras que, literalmente, inundó la plaza de dólares, presionando su cotización a la baja.
El camino al Grado de Inversión total
Acá hay un dato clave que complementa el panorama: Paraguay ya había logrado un hito histórico a mediados de 2024 cuando Moody’s le otorgó el grado de inversión. Ahora, en este cierre de 2025, el país está a un paso de conseguir la “triple corona”.

Carlos Fernández Valdovinos, ministro de Economía y Finanzas de Paraguay, aseguró recientemente que la macroeconomía está tan ordenada que es cuestión de tiempo para que las calificadoras Fitch Ratings y Standard & Poor’s (S&P) sigan el mismo camino. “Si seguimos así, la calificación va a venir. No tenemos que obsesionarnos”, declaró, mostrando la calma de quien sabe que tiene las cuentas en orden.
Lograr el grado de inversión pleno significaría para Paraguay acceder a créditos internacionales a tasas mucho más bajas, lo que podría potenciar aún más su infraestructura y el sector privado.
Un “oasis” entre la inestabilidad vecina
Lo que hace resaltar a Paraguay no es solo su mérito propio, sino el contraste con el vecindario. Alex Agostini, economista jefe de Austin Rating, no dudó en calificar al país como un “oasis” en América Latina.
Fijate en las diferencias:
- Brasil: enfrenta inestabilidad política y dudas fiscales que golpean al Real.
- Argentina y Venezuela: si bien Argentina lucha por su estabilización, venimos de situaciones críticas de larga data.
- Paraguay: lleva más de una década (10 a 12 años) de un ajuste macroeconómico consistente, independientemente del color político del gobierno de turno.
Esta disciplina fiscal, sumada a un régimen impositivo simple (el famoso “triple 10”: 10% de IVA, 10% de Renta Personal y 10% de Renta Empresarial), ha convertido a Asunción en un imán para capitales, incluidos muchos argentinos que cruzaron la frontera buscando previsibilidad.
¿Qué esperar para 2026?
Si tenés pensado hacer negocios con Paraguay o diversificar tu cartera, el escenario es alentador. La tasa de interés de referencia se mantuvo en 6% desde marzo de 2024, una señal de que no necesitan “enfriar” la economía bruscamente ni salir a rescatarla.
Para el 2026, se espera:
- Un dólar estable o con tendencia a la baja, dada la entrada de divisas por exportaciones del agro y energía.
- Una inflación que descendería al 3,5%.
- Un auge en el sector de servicios y data centers, una apuesta fuerte del gobierno de Santiago Peña para dejar de depender exclusivamente de la soja y la carne.
Por eso, mientras en Buenos Aires seguimos mirando el “minuto a minuto” del dólar blue, en Asunción disfrutan de una moneda que, hoy por hoy, es la envidia de la región.




