Una luz amarilla se encendió con los resultados de la licitación de esta semana: Martín Guzmán sólo pudo renovar el 90% de los vencimientos de deuda en abril.

Ayer el Ministerio de Economía informó, tras la "segunda vuelta" en la que los Creadores de Mercado sumaron $ 14.177 millones adicionales, que el financiamiento adicional en el primer cuatrimestre ascendió a los $ 573.000 millones. De esta manera, Martín Guzmán emitió nuevos títulos de deuda a un ritmo de $ 4775 millones por día en estos cuatro meses.

En el mercado financiero, más allá de esta señal de agotamiento, destacan que la obtención de financiamiento del gobierno estará en función del retorno del "carry trade". Es decir, las apuestas a los bonos en pesos con alto rendimiento.

Recuérdese que en las últimas 10 jornadas se comenzó a ver una salida de los inversores que estaban posicionados en pesos, cerrando posiciones y volviendo a dolarizar carteras. Ello disparó la suba de la moneda norteamericana en todas las vertientes, desde el blue al MEP y el "contado con liqui".

Hay otros elementos adicionales que dejó la última licitación de deuda oficial. En primer lugar se comienza a acentuar la brecha entre los bonos indexados por el CER que vencen en 2023 y los que vencen en 2024. ¿La razón? El temor a que el nuevo gobierno que surja en las elecciones presidenciales del año próximo efectúe una reestructuración de la deuda ante la pesada carga que dejará la actual gestión.

A medida que se acerquen las elecciones presidenciales, las declaraciones que hagan los candidatos sobre la deuda pública incidirán no sólo en esta brecha entre bonos indexados que vencen entre 2023 y 2024, sino también en el programa financiero del actual gobierno. Si aumenta la probabilidad de una reestructuración de la deuda del próximo gobierno, más difícil le será al actual equipo económico financiarse en el último tramo de su gestión.

Un factor también presente en las decisiones de inversión que se hagan a la luz del cambio de gestión que surja desde el 10 de diciembre de 2023 es cuanto suceda con el tipo de cambio. Las apuestas pueden venir sobre los bonos que ajustan en función del tipo de cambio oficial, los dólar linked. Aquí lo que se comenzará a descontar es la unificación del tipo de cambio, como sucediera a partir de diciembre del 2015 cuando asumiera Mauricio Macri.

Lo que seguramente dejará como herencia la gestión Alberto Fernández es una alta brecha con el tipo de cambio oficial. Por ello la unificación cambiaria traería aparejado un salto del dólar oficial y por ende, los pagos de los bonos dólar linked. Los que vencen en 2024, los más apetecibles. De todas maneras, el fantasma de la reestructuración de la deuda arriba mencionado, puede alejar este tipo de apuestas.

De ahora en adelante, Guzmán tiene por delante seguir con emisiones por cerca de $ 600.000 millones hasta fin de año. ¿Podrá hacerlo? No es fácil, más cuando ese número está en función de un rojo fiscal que puede ser mayor al estipulado en el acuerdo con el FMI. Una sola cuestión es clara: se emitirá deuda al máximo posible. Luego la Casa de la Moneda será el prestamista de última instancia.