El mercado entró en un estado de cautela que roza el miedo. Los inversores ya no solo miran los indicadores macroeconómicos o la evolución de la inflación: la principal preocupación ahora es la política.
La incógnita sobre qué signo gobernará la Argentina en 2027 -no ya las elecciones legislativas del 26/10- parece tornarse un factor determinante, a pesar de que todavía hay mucho camino por recorrer. Al tiempo, las decisiones financieras se calibran bajo la sombra de ese escenario futuro. La volatilidad se siente en bonos y acciones y ADR.
Esta tensión política parece haber corrido el horizonte de la inversión. Lo que antes se proyectaba con cierto optimismo hacia 2025 y 2026 ahora se analiza con mayor prudencia. Los inversores empiezan a recalibrar sus estrategias, ajustan sus portafolios a escenarios más conservadores, a la espera de señales más claras sobre la estabilidad política y económica del país.
La sensación general es que la política marca el pulso del mercado, incluso más que los datos económicos inmediatos.
La lupa de la City
Al respecto, Gustavo Neffa, socio de Research for Traders, señaló en declaraciones a El Cronista que, la crisis de desconfianza en el Gobierno "es muy fuerte".
Remarcó que el índice ya había mostrado señales a la baja antes de las elecciones en la Provincia, pero después de los comicios se aceleró. Para el estratega, el anuncio "casi mágico", de un posible rescate estadounidense, motorizó tres ruedas muy importantes de recuperación, "pero a posteriori todo se evaporó para el mercado accionario y, en los bonos en dólares, casi todo también".
Neffa fue claro: "La crisis de confianza se mantendrá hasta las elecciones, por lo que se trata de un tema principalmente político. Si bien la ayuda estadounidense es un requisito importante y necesaria, no es suficiente. Además, el arco de los inversores se corrió del 2025 al 2027, y básicamente todos analizan quién será el próximo presidente o cuál será el signo político que imperará en Argentina a partir de 2027. Este es, hoy, el gran miedo de los mercados", concluyó.

¿Paralelismos imaginarios?
Iván Vizental, Jefe de Estrategia de Quinto, comentó que el resultado electoral de la Provincia de Buenos Aires terminó de recalibrar las expectativas de los inversores en el corto plazo.
"El mercado comenzó rápidamente a trazar paralelismos con el gobierno de Cambiemos, lo cual puede resultar prematuro. En primer lugar, porque el contexto macroeconómico actual es muy diferente: hoy la economía opera con superávit fiscal y de balanza comercial", destacó el experto.
Sin embargo, Vizental marcó que el principal punto de debilidad del Gobierno es el nivel de reservas internacionales y la capacidad del BCRA para acumularlas.
"Pero en caso de que se disipe la incertidumbre política, el tipo de cambio real se ubica 6,5% por arriba del promedio de aquella gestión y en niveles similares al promedio de los últimos diez años y diciembre de 2015. A su vez, si bien se observa un deterioro de los indicadores de confianza en el consumidor y en el Gobierno, estos resultan menos marcados en el interior del país", advirtió.
Hacia adelante, las elecciones legislativas serán un punto de inflexión. Vizental consideró que los principales factores que afectan al mercado local son la incertidumbre política y el futuro del esquema cambiario, que podrían quedar despejados para fin de octubre.

"Un panorama político más claro, sumado a un tipo de cambio real más competitivo y el respaldo financiero del gobierno de EE.UU. podrán sentar las bases para una recuperación de los activos. A su vez, la debilidad del dólar a nivel global y el recorte de tasas de interés en el norte resultan un entorno internacional que debería ser favorable para las economías emergentes", agregó.
La cautela, antes que nada
A pesar del panorama optimista, Vizental deslizó que bien la caída de los activos dejó valuaciones más atractivas, la recomendación es "cautela".
Destacó el posicionamiento en instrumentos defensivos como bonos corporativos, bopreales, o en activos internacionales a la espera de que se disipe la incertidumbre.
"Por lo menos hasta pasadas las elecciones. Solo para el caso de inversores agresivos, y que esperen un resultado favorable del gobierno en las elecciones, vemos valor en renta variable, principalmente de empresas energéticas y en menor medida bancos, y bonos soberanos largos", concluyó.
El Quartely Review de Inviu también muestra cautela a la hora de tomar decisiones inversoras: el broker sostiene en su documento que, durante el tercer trimestre, el S&P Merval profundizó su corrección, intensificada por el resultado electoral en la Provincia.

La sociedad de Bolsa espera que "la volatilidad persista en los próximos meses, en un escenario donde el mercado seguirá de cerca la evolución de la actividad económica, las elecciones de medio término y posibles avances en la normalización cambiaria".
Sin embargo, destaca que uno de los aspectos más trascendentales que marcarán el rumbo de mediano plazo será "la capacidad del Gobierno para construir alianzas por fuera de su partido y avanzar con reformas pendientes en el Congreso. Si bien actualmente la relación con los gobernadores luce deteriorada, no se descarta un cambio de rumbo poselecciones".
Presiones sobre el dólar
En cuanto a la deuda soberana, analizó que el resultado electoral generó temores sobre un eventual retorno del kirchnerismo y desencadenó presiones sobre el dólar que lo ubicaron rápidamente cerca del techo de la banda, lo que obligó al Banco Central (BCRA) a intervenir en un contexto desfavorable por ausencia de vendedores privados.
Inviu aseguró que: "Si bien el posible swap con EE.UU. es un factor positivo para garantizar pagos en los próximos dos años, persiste incertidumbre sobre la gobernabilidad política y la sostenibilidad de la deuda. En este escenario, la cautela sobre este activo es fundamental y no se recomienda incrementar exposición hasta que las elecciones permitan clarificar el panorama político y económico".
Para Juan Ignacio Alra, portfolio de One618, "como suele ocurrir en la previa electoral, los temores se profundizan en todos los frentes". A esto, sostiene el experto, se suma cierta fragilidad en la gestión del Gobierno, que no logró transmitir estabilidad.
"De todos modos, el inversor tiende naturalmente a dolarizarse antes de las elecciones, algo que ya se ve reflejado en el apetito por emisiones dólar linked y activos de cobertura", comentó.
No obstante, aseguró que todavía es temprano para proyectar el escenario político hacia 2027, aunque sí advirtió que la elección del 26 de octubre "será clave para definir si el Gobierno logra consolidar el rumbo actual o si deberá realizar ajustes más profundos".



