Después de registrar retornos sobresalientes en 2023 y durante gran parte de 2024, los activos argentinos se encontraron con un 2025 marcado por caídas abruptas y elevada volatilidad, en un contexto de incertidumbre política y financiera.
La depreciación del tipo de cambio y el aumento de los spreads soberanos desde agosto erosionaron de manera significativa la renta variable y la deuda pública.
Los Rendimientos del Panel Líder en 2025 dejan un desempeño catastrófico para el mercado de valores, ya que todas las acciones registran rendimientos negativos. Con una inflación de referencia del 22% para el año, ninguna inversión en acciones argentinas logra preservar ni aumentar el capital en términos reales.
Las caídas en el Panel Líder
La dispersión de las pérdidas es extrema: mientras que empresas como IRSA y ALUA ostentan las caídas más leves (cercanas al -3%), la acción de Sociedad Comercial del Plata se desplomó casi un 100% (-93%).
La mayoría de los activos, incluidos grandes nombres como Grupo Financiero Galicia (-37,3%), Banco Macro (-34,3%) e YPFD (-24,%), se ubicaron en el amplio rango de pérdidas. Este panorama subraya un año de pérdida masiva de valor nominal y real para el Panel Líder, con la acción de COME como un claro "outlier" en la magnitud del colapso.
Para el mercado, los índices de confianza del consumidor y del Gobierno, que registraron caídas pronunciadas durante agosto y septiembre, se reflejaron de inmediato en los precios de los activos locales.
En paralelo, el apoyo financiero del Tesoro de EE.UU. funcionó como una suerte de muro de contención y evitó mayores caídas, incluso, impulsó una recuperación parcial tanto en el Merval como en los bonos soberanos, con lo que se redujo la probabilidad de escenarios extremos negativos.
A pesar de que el drawdown (medida que indica cuánto cae el valor de una inversión desde su punto máximo hasta su punto mínimo antes de recuperarse) de 2025 alcanzó un mínimo de 53,4% en septiembre, lo que implicó una corrección fuerte, pero todavía dentro de los márgenes históricos de estrés, la atención del mercado se concentra ahora en la elección del 26 de octubre, que se perfila como un catalizador clave para los precios de los activos.
El driver: las elecciones del domingo
La City estima que después del domingo, el S&P Merval podría tanto profundizar sus pérdidas, con un drawdown potencial del 60%, equivalente a 938,6 puntos en dólares, como experimentar un rebote significativo, con un upside de hasta 81,6% si logra acercarse a los máximos del año.
De acuerdo con el Balanz Thought de este martes, 2025 se consolidó como un año de fuertes turbulencias para los activos argentinos, con una volatilidad que no es apta para cardíacos.
"Tras dos años de retornos excepcionales en 2023 y 2024, la renta variable y la deuda soberana local enfrentaron un deterioro abrupto, intensificado por episodios de inestabilidad política y económica que se acentuaron a partir de agosto", dice el informe.
Y agrega que: "La difusión de los audios relacionados con la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) y la consecuente pérdida de confianza en el Gobierno actuaron como catalizadores de una dinámica negativa, reflejada en la ampliación de spreads, la depreciación del tipo de cambio y la caída del S&P Merval en dólares".
Así, según el bróker, tras el 19 de agosto, se observó una marcada divergencia en el desempeño de los activos: "En poco más de cuatro semanas, el Merval cayó 35,3% en dólares, mientras que los bonos soberanos y corporativos lo hicieron en 26,4% y 4%, respectivamente". Sobre el crédito corporativo, Balanz sostiene que "mostró una resiliencia notable, consolidándose como el segmento de mejor desempeño relativo en medio de la crisis".
A partir del 19 de septiembre, con el anuncio de apoyo financiero por parte del Tesoro de Estados Unidos, los activos argentinos mostraron un repunte significativo: 18% en el Merval, 21,1% en bonos soberanos y 1,2% en bonos corporativos.
"No obstante, esta recuperación se ha dado con elevada volatilidad, y los precios siguen por debajo de los niveles previos al 19 de agosto", deslizó la sociedad de bolsa.
Matías Waitzel, socio en AT Inversiones, dijo a El Cronista que, el mercado argentino atraviesa la recta final hacia las elecciones del domingo con un nivel de expectativas elevado y "una marcada dosis de volatilidad".
Sin embargo, el estratega destacó que más allá del impacto inmediato que pueda generar el resultado electoral en la plaza local, hay compañías del Panel Líder que, por sus fundamentos, "mantienen atractivo propio y podrían mostrar recorrido al alza una vez que se despeje el ruido político".
Esta mirada es compartida por Guardian Capital. Su director, Pedro Moreyra, aseguró en declaraciones a este medio que, el S&P Merval acumula una pérdida de +25% en lo que va de este 2025. "Esto último ha sido resultado de un 2024 sin precedentes, sumado a la incertidumbre electoral y a los malos resultados políticos del oficialismo".
Y es que para Moreyra, las perspectivas de los activos argentinos están muy ancladas y correlacionadas con las perspectivas del país, y esto termina por desembocar siempre en la política.
En línea con lo que planteó Waitzel, Moreyra sostuvo que dentro del panel líder hay papeles que poseen un potencial upside interesante y drivers sólidos, más allá de cómo salgan los resultados el próximo domingo. "En este caso, ponderamos especialmente el sector energético que compone aproximadamente un 60% del índice Merval", dijo Moreyra.
Las acciones que seducen al mercado
Más allá de cómo se desarrolle la contienda electoral del domingo, existen acciones del panel líder que mantienen fundamentos sólidos y un alto potencial de suba, lo que las posiciona como atractivas oportunidades de inversión.
En el contexto actual, con precios significativamente más bajos tras la volatilidad de los últimos meses, estas compañías parecen ofrecer una buena relación riesgo-recompensa, siempre con una mirada de largo plazo, convirtiéndose en una opción interesante para quienes buscan exposición a la renta variable en la bolsa porteña.
Waitzel destacó Pampa Energía (PAMP), con negocios diversificados que abarcan generación eléctrica, transporte y exploración de petróleo y gas, muestra una estructura financiera sólida y valuaciones rezagadas frente a su potencial.
"En un contexto de normalización del esquema tarifario y mayor certidumbre en el sector energético, la compañía podría consolidar su posición como jugador central", aseveró.
YPF (YPFD), por su parte, se mantiene como la clave en el desarrollo de Vaca Muerta y está directamente expuesta a la evolución de los precios internacionales de crudo y gas: "Aunque la expectativa de mejoras regulatorias ofrece margen de suba, su exposición a decisiones de política energética la hace más volátil", comentó Waitzel.
En el segmento midstream, Transportadora de Gas del Sur (TGSU2) se perfila como una opción estratégica: "Su red de gasoductos y plantas de procesamiento la convierte en una pieza indispensable para la expansión del gas natural argentino, con estabilidad operativa y potencial upside ante mayores volúmenes y eventuales ajustes tarifarios", sostuvo el estratega.
En el sector financiero, Waitzel mencionó dos bancos que destacan como apuestas diferenciadas: "Banco Macro (BMA), por tamaño y capilaridad, podría beneficiarse de un escenario de normalización económica, mayor demanda de crédito, menor inflación y mejora en márgenes, mientras que Grupo Supervielle (SUPV) ofrece mayor riesgo, pero también un potencial de crecimiento elevado, apoyado en su proceso de transformación digital y en una valuación atractiva que podría sorprender al alza", concluyó.
Por su parte, Moreyra coincidió en que YPF se mantiene como la empresa más fuerte en Vaca Muerta, puesto que opera con costos de u$s 45 por barril y sin proyecciones de que el precio del crudo baje de u$s 60 en 2026.
"Recientemente, cerró un acuerdo histórico con ENI para la exportación de GNL y anunció una recompra de acciones, iniciativa bien recibida por el mercado. Al ser control estatal, su desempeño depende de los resultados electorales y de las perspectivas políticas del país", matizó.
Al ritmo de la estrategia de recompra de acciones, Moreyra mencionó a Pampa Energía: "Es uno de los papeles más sólidos de la Argentina, destacado por solvencia, crecimiento y valor. Dentro del mismo grupo empresarial, Transportadora de Gas del Sur (TGS) comparte los mismos drivers, al combinar estabilidad operativa con potencial de suba ante ajustes tarifarios y mayores volúmenes de gas".
Finalmente, el experto mencionó a Central Puerto se posiciona como una compañía de relevancia estratégica tras su reciente alianza con Genneia y la firma de un memorando de entendimiento con OpenAI para suministrar energía a un data center por u$s 25.000 millones que se prevé construir en la Argentina, consolidando su perfil innovador y de crecimiento.



