En esta noticia

Se acerca el momento de rendir cuentas ante el Fondo Monetario Internacional. El próximo 13 de junio termina el plazo para la nueva revisión, que es la primera del nuevo programa, y hay grandes dudas respecto de si se cumplirá una meta clave: la de acumulación de reservas. Una y otra vez el oficialismo ha sostenido la postura de que la pata fiscal e inflacionaria son sus objetivos centrales y cada vez parece dejar más en claro que no lo es la de sumar dólares al Banco Central (BCRA).

De hecho, el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, dijo ayer en una charla con la prensa que son "muy conscientes de las metas que hay que cumplir" y destacó que "el plan con el Fondo avanza espectacularmente bien". Sin embargo, aseguró que no es una preocupación diaria la meta de reservas y confió en que "el programa naturalmente va a generar acumulación".

Por otro lado, dijo que en paralelo a eso el Gobierno busca ganar acceso al mercado internacional de deuda ya que aclaró que, "si bien la acumulación de reservas es un número a alcanzar, la forma para hacerlo no es trascendental". De esta manera dejó en firme que buscan distintos canales para captar dólares, tal como lo hizo con el anuncio del "Plan dólar colchón" y con el bono en pesos que ofrecerá a inversores extranjeros este viernes, pero que no es un objetivo urgente.

"No vamos a hacer comentarios sobre los acuerdos que tenemos ni sobre cómo manejamos las situaciones. Tampoco hacemos previsiones de futuro. Lo que sí sabemos es que Argentina ha cumplido con sus compromisos y obligaciones. El programa tiene una integralidad muchísimo mayor que la acumulación de reservas, que es solo un indicador dentro del programa", dijo ante la pregunta de si cree que van a cumplir con la meta antes del 13 de junio.

Quirno destacó que el superávit primario ha sido cumplido por encima de las exigencias del FMI. "Hemos decidido subir las metas de superávit primario de 1,3 a 1,6 y eso es muy significativo", dijo.

"Las conversaciones con el Fondo son muy constructivas y eso es porque sobre cumplimos todo lo que podía pedir. Es el primer programa que se da de esta manera", destacó. Por otro lado, afirmó que "no todo es blanco y negro" y destacó que no se puede caer un acuerdo con los fundamentos actuales del programa económico, con la inflación, con superávit financiero y un Banco Central (BCRA) que no emite.

Qué lee el mercado en la estrategia oficial

Esa postura es la que alimenta una visión de varios analistas en el mercado de que el Gobierno apuesta a cumplir con el resto de las metas para esta primera evaluación, pero no descarta dejar la de reservas para noviembre, luego de las elecciones, cuando será el segundo test del FMI.

En ese sendero, algunos analistas ven que lo que busca realmente el Gobierno con el Plan dólar colchón es que el mercado oficial del divisas se abastezca por otras vías para que el tipo de cambio baje más cerca de la banda inferior. Para eso lo quiere sobreofertado. ¿Será con la esperanza ahí de salir a comprar dólares? Es una posibilidad.

Otras fuentes consideran que el bono y la normativa que busca fomentar la salida de dólares del colchón son señales hacia el FMI para demostrar que los esfuerzos para acumular reservas se hacen, aunque posiblemente no se logre alcanzar los u$s 4000 millones que se estima que debería embolsar para pasar la evaluación de junio.

Podría quedarse a mitad de camino, pero dar una señal de inicio de un sendero de acumulación cierto para noviembre y compensar con otras exigencias sobrecumplidas las no alcanzadas. Por ahora, son todas incógnitas.