El presidente del Banco Central, Guido Sandleris, continuará apostando a altas tasas de referencia -en el orden del 50%- para evitar una nueva corrida del dólar. Es que para el Gobierno, un dólar alto representaría una amenaza concreta a su objetivo de lograr la reelección en octubre, y es por ello que centrará sus fuerzas en mantener controlada a la divisa estadounidense.
En ese sentido, y sabiendo que la inflación se mantendrá elevada ya no sólo durante los primeros dos meses del año sino durante todo el primer semestre, el Gobierno tomó la decisión de mantener altas las tasas, a costo de un enfriamiento de la economía.
Mantener el dólar controlado pareciera, hoy, la primera prioridad del Ejecutivo en materia económica. Al menos hasta julio, cuando espera un descenso en la inflación y una recomposición del salario real. Dos variables fundamentales para cuando la carrera electoral haya ingresado en su decisiva recta final.


