El Banco Central volvió a recurrir a la "maquinita" de imprimir pesos para asistir al Tesoro. Lo hizo a pocos días de las elecciones primarias y con el objetivo de cubrir el déficit fiscal, lo que sumará más presión a la escalada inflacionaria e incumple nuevamente con lo establecido en el último acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.

El giro, que esta vez fue de $ 250.000 millones, se realizó el viernes de la semana pasada y se reflejó en las últimas horas en los registros oficiales. Lo hizo, por segunda vez en el año, en concepto de Transferencia de Utilidades, aunque se trató de la novena asistencia monetaria directa en lo que va de 2023.

Hasta el lunes pasado, los depósitos del Gobierno en el Banco Central sólo aumentaron $ 8306 millones. Esto sugiere, de acuerdo con los analistas de Portfolio Personal Inversiones (PPI), que gran parte del monto transferido fue utilizado inmediatamente para el gasto público, lo que implica mayor deterioro fiscal.

Tras la nueva asistencia, el financiamiento monetario directo del Banco Central al Tesoro Nacional, entre Adelantos Transitorios y Transferencias de Utilidades, asciende a casi $ 2,2 billones en lo que va del año, lo que ejerce más presión sobre fuerte escalada generalizada de los precios por la que atraviesa la economía argentina.

Tobías Pejkovich, economista de Facimex Valores, afirmó que el nuevo giro constituye una sorpresa, ya que el comunicado del último acuerdo técnico alcanzado con el FMI sugería que no iba a haber más asistencia monetaria directa en lo que resta del año, aunque destacó que el informe del staff con las metas actualizadas aún no está publicado.

Los analistas de PPI comentaron que se desconoce si esto pesará en el tratamiento del caso por parte Board del organismo, que se reunirá la próxima semana, o si el foco estará puesto en la parte cambiario y en las reservas. Igualmente, el nuevo giro refuerza la idea de un marcado deterioro fiscal, afirmaron.

A la vez, advirtieron que el Tesoro podría seguir recibiendo asistencia monetaria directa, ya que estiman que el Central aún cuenta con un remanente de $ 270.000 millones en Utilidades y $ 660.000 millones de Adelantos Transitorios. Estos últimos, resaltaron, se retroalimentan de la nominalidad y seguirán subiendo.

La asistencia monetaria directa acumulada en el año es equivalente, según los cálculos los de los analistas, al 1,3% del PBI. Además, si se suman las compras de bonos de deuda local que realiza el Banco Central en el mercado secundario, el financiamiento monetario directo e indirecto al Tesoro Nacional asciende a alrededor de 2,9% del PBI.

El Gobierno ya había incumplido los límites de asistencia monetaria que fijó el FMI en el acuerdo anterior. El organismo multilateral de crédito había establecido un máximo de $ 883.000 millones para todo el año, cifra prevista para llegar al cierre del cuarto trimestre, pero fue sobrepasada tras otra transferencia que realizó el Central a principios de julio.