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Desde que el Tesoro de Estados Unidos abrió la billetera e intervino en el mercado cambiario argentino, la demanda de dólares se corrió. El efecto fue inmediato: un shock de corto plazo. La liquidez del mercado se disparó y eso se reflejó este lunes tanto en el tipo de cambio, que tuvo la mayor caída diaria desde el 7 de mayo, como en los contratos de dólar futuro.

El cambio de expectativas se nota con más fuerza en el dólar futuro. Desde el tuit del jueves pasado de Scott Bessent, secretario del Tesoro de Estados Unidos, que decía "Compramos pesos argentinos", los futuros acumulan una caída superior al 9%.

¿Por qué? El mercado venía leyendo que el esquema cambiario actual era insostenible dado que no acumulaba reservas genuinamente. Ahora, se modificó el respaldo del esquema. Es un cambio rotundo en las reglas del juego. El que imprime los dólares te abrió la billetera y te deja agarrar los que necesites. Es un poder de fuego inédito para el Banco Central.

Por eso, el jueves apenas se conoció la noticia la demanda de dólares se corrió. La lectura es que, si del otro lado está el que emite los dólares, puede inundarse el mercado y poner el dólar al precio que sea. Es como jugar a las cartas y que de repente un jugador reciba un mazo extra y pueda agarrar todos los comodines que quiera. Ya no es un juego de suma cero.

El dólar futuro es un contrato que te permite fijar hoy el precio del dólar para una fecha determinada. Es una forma de cubrirte o apostar a lo que va a pasar. Dos partes acuerdan un valor y una fecha: cuando llega ese día, se compara el precio pactado con el real. Por eso se usa como termómetro del mercado. Refleja a qué precio los inversores creen que va a estar el dólar los próximos meses.

Como se ve en el gráfico, antes de la intervención del Tesoro americano, el mercado esperaba para fin de año que el dólar oficial se ubique en $1.610, por encima del techo de la banda que el 31 de diciembre será de $1.518. Este lunes, ese futuro cerró a $1486 bajó un 9,7% en dos jornadas financieras.

El contrato que vence a fines de noviembre había tocado antes del anuncio $1555, superior al techo de la banda que es 1.509,98. El futuro del primero de febrero de 2026 cotizaba a $1661 previo a que el Tesoro americano compre pesos y este lunes finalizó en $1536, justo donde se ubica el techo de la banda.

Suben las tasas

El derrumbe de los futuros explica la suba en la tasa de interés de las cauciones. Cuando un inversor compra dólar futuro, cada jornada, si el dólar termina más caro, gana plata; si cierra más barato que lo que lo compró, tiene que pagar la diferencia, caso contrario, le liquidan las garantías. La demanda de pesos se disparó desde el jueves porque muchos inversores corrieron a cerrar sus posiciones en dólar futuro. Por eso ayer las cauciones registraron picos de 71% de TNA y el jueves pasado por encima del 140%.

Hasta antes de la intervención del Tesoro, el mercado lo venía apurando al Gobierno. Pero ahora el equipo económico tiene una billetera más. El equipo económico compró tiempo.

Con el respaldo de Estados Unidos, hay margen para salir de este esquema cambiario de forma ordenada. Sigue sin haber dudas de que el esquema deberá modificarse después de las elecciones; la diferencia es que ahora el Gobierno podrá hacerlo con tiempo y de manera controlada, reorganizando el sistema para que sea sostenible y genere reservas genuinas.

Los próximos días la demanda va a seguir baja, a la espera de las definiciones en Estados Unidos y probablemente veamos en el corto plazo una suba de la tasa de interés, tanto en los fondos money markets traccionados por el aumento de las cauciones, como en los plazo fijos y en los créditos de corto plazo.