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El Gobierno colocó el Bonte 2030 para inversores del exterior y recibió $ 1,94 billones, que equivalen a u$s 1.694 millones, lo festejó como una vuelta al mercado internacional de deuda, y, aunque varios analistas consideran que la tasa fue algo alta (29,5%), con esto el Gobierno se garantizó dólares para pagar los vencimientos de julio en un momento en el que no accede al mercado oficial de cambios.

Le servirán para cancelar parte de los vencimientos de julio, unos u$s 2379 millones de capital y u$s 1228 millones de intereses de deuda que tiene con el mercado correspondientes a los bonares y globales. Además, tiene deuda en pesos, unos $ 24.000 billones, para pagar entre junio y julio. Cabe recordar que el Tesoro había informado que ya tenía depositados parte de los fondos en una cuenta en el exterior, pero no era suficiente para todas las obligaciones.

"Hoy el Gobierno tiene u$s 3027 millones depositados y el miércoles que viene sumará los más de u$s 1000 millones del bono. Le faltarían u$s 300 millones que deberá comprarle al Banco Central (BCRA) o eventualmente puede llegar a hacer otra emisión como la de ayer", explica sobre la operatoria Sebastián Menescaldi, economista de Eco Go, a El Cronista.

Así, Martínez Gerber, economista de la consultora PxQ, asegura que "tienen los dólares para pagar los vencimientos de julio". Sin embargo, en los últimos días, surgió en la City el debate sobre el destino de la deuda argentina. La dificultad del Gobierno para acumular dólares y las trabas para hacer caer el riesgo país y volver al mercado internacional de deuda generan preocupación.

De hecho, el propio programa firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) este año supone que en 2026 reaccederá a los mercados internacionales de deuda por unos u$s 4000 millones.

El riesgo país, un objetivo

"Como sucede a veces en este país, ciertos temas vuelven a la escena y, ahora que la inflación desaparece de a poco como el tema más importante, la deuda vuelve a escena", dice Ramiro Tosi, director de la consultora Suramericana Visión y exsubsecretario de Financiamiento.

Indica que el principal riesgo tiene que ver con la decisión de solicitar un desembolso adicional FMI. "A los u$s 47.000 millones de Macri se suman u$s 20.000 millones y la dificultad de acceder en condiciones 'razonables' a los mercados de deuda para renovar los vencimientos con privados", indica Tosi.

¿Por qué? Explica que no hay país que pueda sostener un endeudamiento en el tiempo si paga intereses junto al capital. Por eso, los que tienen acceso a los mercados de deuda internacionales (o locales) pagan regularmente los intereses y cuando llega la fecha de vencimiento del capital lo renuevan.

En este sentido, Tosi indica que, "cuánto más se demore ese reacceso al mercado internacional, más riesgos aparecen hacia adelante". Y es que Menescaldi señala que, "eventualmente, puede empezar a haber algún problema con la deuda, algo parecido a lo que pasó en la década de 1990, cuando fueron cambiando deuda de Brady por deuda de mercado con tasas diferentes, lo que implica distintos pagos".

En ese momento, dada la estructura de la economía argentina, que era muy cerrada, agotaba la posibilidad de crecer económicamente. Y el economista considera que eso implica que, en el futuro, "Argentina debería tratar de tener un poco más de superávit fiscal para cancelar deuda en moneda extranjera y quizás llevarla a un modelo más parecido al de otras economías latinoamericanas, como Brasil, donde la mayor parte de las obligaciones deuda está en moneda local y no extranjera".

Para eso, no obstante, debería aumentar las reservas, que están cerca de los u$s 36.000 millones. Sin embargo, parece que es un elemento a plantearse a largo plazo, no es un tema de corto. Por ahora, el Gobierno hará todo lo posible por captar nuevos dólares y cumplir con las obligaciones de deuda.