Los precios del petróleo cayeron a su menor nivel en tres años mientras los operadores apostaban a que el ataque de Irán a una base estadounidense en Qatar era un gesto de "desescalada" que evitaría un ataque más serio a la infraestructura energética.
El crudo Brent, de referencia internacional, terminó con una caída del 7,2 por ciento, a 71,48 dólares el barril, la mayor baja desde agosto de 2022.
Esto marca un cambio radical respecto del inicio de la sesión, cuando el Brent subió por encima de los 80 dólares mientras los operadores respondían a los ataques estadounidenses a las instalaciones nucleares de Irán durante el fin de semana.
El movimiento a la baja se produjo después de que Qatar dijera que había repelido un bombardeo de misiles disparado por Irán, que tuvo como objetivo la base aérea de Al Udeid, cerca de Doha, donde hay estacionados 10.000 soldados estadounidenses.
El Brent cayó a u$s 69,23 al comenzar el nuevo día de negociación después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijera que Irán había proporcionado "un aviso temprano [del ataque], lo que hizo posible que no se perdieran vidas ni que nadie resultara herido".

Helima Croft, exanalista de la CIA que ahora trabaja en RBC Capital Markets, dijo: "El mercado está considerando claramente una importante desescalada entre EE.UU. e Irán".
Croft añadió que los operadores apostaban por una repetición de la dinámica de enero de 2020, cuando, durante el primer mandato de Trump, Teherán respondió al asesinato de su principal oficial militar por parte de Estados Unidos disparando misiles contra bases iraquíes que albergaban tropas estadounidenses. En ese caso, Teherán telegrafió el ataque a Trump por canales secretos con antelación.
"La decisión de Irán de tomar represalias mediante un ataque con misiles bien anunciado contra bases estadounidenses implica que es menos probable que utilicen el petróleo como arma", señaló Michael Alfaro, director de inversiones de Gallo Partners, un fondo de cobertura centrado en energía e industria.
Dijo que los precios deberían permanecer en general elevados dadas las crecientes tensiones, pero los fundamentos continúan sugiriendo que el mercado petrolero estaba bien abastecido.
El Brent borró sus ganancias desde el 12 de junio, cuando el mercado cerró justo antes de que Israel lanzara un ataque sorpresa contra las instalaciones nucleares, funcionarios militares y científicos de Irán.
Algunos analistas temían que Irán pudiera atacar importantes infraestructuras energéticas de Oriente Medio o intentar cerrar el Estrecho de Ormuz, por donde pasa aproximadamente una cuarta parte del comercio marítimo mundial de petróleo, en respuesta a las incursiones de Estados Unidos e Israel. Sin embargo, la caída del precio del petróleo sugiere que los operadores están reduciendo sus apuestas sobre ese resultado.
"Los mercados petroleros se han dado cuenta de golpe de que Irán no tiene ningún interés en una conflagración descontrolada. Al igual que en 2020, Teherán ha calculado una respuesta mínima", declaró Bill Farren-Price, del Instituto de Estudios Energéticos de Oxford.
Los analistas también dijeron que el mercado del crudo estaba respaldado por un suministro abundante, particularmente después de que el grupo de productores de petróleo OPEP+ hubiera elevado repetidamente sus objetivos de producción en los últimos meses.
"Otra razón para la falta de prima de guerra es la inundación de petróleo que está llegando al mercado justo cuando los titulares geopolíticos invaden la cinta", dijo Robert Yawger, analista de materias primas de Mizuho Securities, un banco de inversión.

LA REACCIÓN DE TRUMP
Los elevados precios que se habían observado en el comienzo de la rueda generaron nerviosismo en Washington. Trump instó a las compañías petroleras estadounidenses a extraer más petróleo, advirtiendo que permitir que los precios subieran beneficiaría a Irán.
"TODOS, MANTENGAN BAJOS LOS PRECIOS DEL PETRÓLEO. ¡LOS ESTOY MIRANDO! LE ESTÁN HACIENDO EL JUEGO AL ENEMIGO. ¡NO LO HAGAN!", escribió Trump en su red Truth Social, Más tarde escribió: "Al Departamento de Energía: ¡EXTRAE, EXTRAE, EXTRAE!. ¡Y digo YA!"
Aunque una pequeña proporción del petróleo estadounidense se produce en tierras federales, la gran mayoría es de gestión privada, lo que significa que el gobierno tiene poco control sobre los volúmenes de producción.
El predecesor de Trump, Joe Biden, recurrió a la Reserva Estratégica de Petróleo de Estados Unidos (una vasta reserva de crudo de emergencia) para ayudar a bajar los precios después de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia en 2022, pero los efectos tardaron en sentirse.





